Ciclismo/Mundial de ciclocross de Zolder

La UCI descubre el primer fraude de una bicicleta con motor

Los comisarios de la Unión Ciclista Internacional han abierto una investigación sobre la bicicleta utilizada por una participante, la belga Femke Van den Driessche, en el Mundial sub'23 de ciclocross que escondía un motor

El fabricante de las bicicletas sospechosas amenaza con medidas legales

El fabricante de las bicicletas sospechosas amenaza con medidas legales / UCI

A.Bernaus

La Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció la apertura de una investigación en torno a la bicicleta de la belga Femke Van den Driessche una de las participantes en la carrera sub-23 de los Mundiales de ciclocross en Heusden-Zolder (Bélgica) por sospecha de "fraude tecnológico". Poco después, Peter Van den Abeele, máximo responsable de la comisión de ciclocross de la UCI confirmó ante las cámaras de televisión de Sporza que los comisarios habían confirmado en los controles de salida y en los boxes de la selección de Bélgica que han hallado un motor eléctrico en una de las bicicletas

En el comunicado se habían limitado a apuntar que "la UCI confirma que, siguiendo las regulaciones sobre fraude tecnológico, una bicicleta ha sido apartada para una posterior investigación en los controles realizados en la carrera femenina sub-23 de los Mundiales de ciclocross. Esto no afecta a ninguna de las corredoras del podio".La Real Liga Velocipédica Bélga confirmó que la bicicleta ern cuestión es la de su corredora Femke Van den Driessche, una de las favoritas en la categoría, que se retiró de la carrera alegando una avería mecánica. 

El desconcierto ha sido absoluto incluso por parte de los comisarios de la UCI, que han seguido investigando con el fin de averiguar quien está detrás de la bicicleta que utilizó la ciclista. El seleccionador de Bélgica, Rude De Bie, apesadumbrado y desbordado por la situación hablaba de "escándalo de enormes proporciones. No pensaba que esto fuera posible".   

Desde hace años en el mundo del ciclismo se ha sospechado de este tipo de fraudes pero hasta ahora no se habían podido demostrar en ninguna prueba profesional a pesar de los esfuerzos de la UCI por hacer controles sorpresa de material, pasando por escaners las bicicletas de los corredores. Imágenes como la aceleración de Fabian Cancellara en la París-Roubaix del 2010, así como otras en la Vuelta a España, investigadas desde la UCI, nunca han conseguido probar nada. En realidad este tema se consideraba una fábula.  

En la prueba sub'23, disputada bajo la lluvia, en la que se impuso la británica Evie Richards, que fue seleccionada a última hora para el Mundial, finalmente se ha encontrado la evidencia en la máquina de la campeona de Europa de la especialidad. En Zolder, los comisarios han utilizado un nuevo sistema de escaneado, asociado mediante una aplicación a una tablet. 

El reglamento de la UCI contempla duras sanciones. Para el deportista se especifica la descalificación automática de la prueba y una suspensiones de seis meses por el fraude tecnológico, acompañado de una multa que oscila entre los 19.265 euros y los 192.230. El reglamento también contempla multas para el equipo implicado, que van de los 96.135 a los 963.130 euros.