SEXTO SENTIDO

Me concede este baile... ¿caballero?

No me gustó ese baile de Cristiano y James ni ninguno, sea la camiseta del color que sea

No me gustó ese baile de Cristiano y James ni ninguno, sea la camiseta del color que sea / sport

Carme Barceló

Yo comprendo que lo llevan en la sangre, que la alegría se desborda, que los sentidos se multiplican y los sentimientos se magnifican –copio y pego la frase que repiten en GH como un mantra– pero las celebraciones de gol con baile me parecen desafortunadas. Mucho. Uno de los momentos en los que más he aplaudido el rol de capitán de Puyol fue cuando desbarató el instante danzarín de Alves y Thiago en un partido ante el Rayo Vallecano. Carles entendió que sobraba esa humillación al rival aún cuando la alegría propia fuera inmensa. Hay mil formas de celebrar los tantos propios sin dañar a lo ajeno. Tanta creatividad que muestran algunos en sus declaraciones y en sus looks podrían derivarla hacia una forma divertida, llamativa y decorosa de festejar. Cristiano y su compañero James deleitaron a su respetable público con un baile con el que respetaron muy poco al Athletic. El colombiano, que llevaba ensayando el tema en el vestuario desde hace varios días, vio como Ronaldo lo llamaba a capítulo para mover el esqueleto para celebrar el primer gol. Le concedió un baile que sentó a cuerno quemado a los leones. Poco caballeroso fue el gesto, pero el portugués ya nos tiene acostumbrados a que la modestia y el anhelo de pasar desapercibido no son virtudes que le adornen. No me gustaron ni ese baile ni ninguno, sea la camiseta del color que sea ni se juega en casa o fuera de ella. Me da lo mismo. Es una humillación que no cabe en el diccionario de sinónimos de los valores del deporte.