Toda la verdad sobre el caso Rakitic

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El Barça ha batido todos los récords de ventas este verano. Su área deportiva se ha movido bien utilizando contactos directos e intermediarios solventes para acabar con su famoso fondo de armario. Al final saldrán todos y con operaciones ventajosas y creativas. No es fácil colocar futbolistas que, a pesar de jugar en el Barça, han tenido pocos minutos y cobran unas fichas altísimas.

La faena venía ya casi hecha a mediados de agosto cuando un potente intermediario contactó con el club para preguntar por la salida de Iván Rakitic. Hablaba en nombre del PSG y querían profundizar en el asunto. Se encendieron las alarmas, pero el club actuó con cautela estudiando todos los escenarios y no descartando nada de antemano. Si la oferta era altísima, que así iba a ser, la presión pasaría a manos del jugador, que debería tomar una decisión. Comenzaron 15 días de muchos contactos y el peligro de salida de Rakitic fue más que real. Lo tuvieron muy avanzado y los protagonistas son conscientes.

El conjunto parisino avisó desde un primer momento que no estaba dispuesto a pagar la cláusula de rescisión por la edad de Rakitic, pero sí que haría un esfuerzo importante. Además, comunicó que hablaría con el futbolista para comprobar si un acuerdo entre todas las partes era posible. El Barça tuvo conocimiento extraoficial de estos movimientos y esperó. Si Rakitic avanzaba en su acuerdo y decidía irse, el club analizaría de nuevo la situación.

El entorno de Rakitic escuchó al PSG como no podría ser de otra forma. Y la oferta inicial, y casi final, era de ocho millones de euros netos por temporada más algunos incentivos. La propuesta del PSG casi le doblaba el sueldo del jugador en el Barça, pero nunca se llegó a un acuerdo total. El club parisino tiene a varios jugadores muy por encima de ese dinero y había margen de mejora.

El entorno de Rakitic habló con el Barça a finales de semana para comentarles la propuesta del PSG y que <strong>la intención del croata pasaba por seguir en Barcelona</strong>. Eso sí, pedían comprensión porque iba a rechazar una oferta importantísima y, además, su sueldo en el Barça no está en los dos primeros escalafones de la plantilla. Y, ahí, el Barça dijo ‘no’ en un movimiento que pudo interpretarse por el futbolista como la disponibilidad para negociar su salida.

Y es que dentro del club había algunas opiniones que abogaban claramente por la venta del jugador sabiendo que podrían llegar a conseguir 100 millones de euros. La operación, económicamente, era muy importante para el presente y el futuro de la entidad porque abría muchas posibilidades. Además, el Barça tenía claro que no iba a estar subiendo fichas por ofertas externas, una táctica que utiliza constantemente el PSG para erosionar a sus rivales directos.

El entrenador del Barça, Ernesto Valverde, ha sido el primero en estar de acuerdo en sacar lastre de la actual plantilla. Y dio luz verde a ventas y cesiones sabiendo también la compleja situación económica que se vive con el tope salarial. Pero el caso Rakitic era diferente. El entrenador había perdido a Iniesta y Paulinho y no quería por nada del mundo permitir la salida del croata. Habló con él y tuvo claro que no quería salir. Y le convenció también de su gran importancia para el equipo. <strong>Rakitic tomó la decisión de quedarse</strong> este mismo viernes y ordenó romper cualquier contacto con el PSG. El sábado lo comunicó públicamente y zanjó un tema que creó debate dentro del Barça. Se queda y habrá que ver si el club, ahora, tiene un detalle.