El plan de Messi, al descubierto

Leo Messi pasará esta mañana por la Ciutat Esportiva para despedirse de sus compañeros, técnicos y empleados del club, y someterse a una última ecografía de control supervisada por el galeno Ricard Pruna para valorar el estado de cicatrización de su lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. A media tarde tiene previsto coger un avión que le lleve a Madrid para posteriormente dar el salto hasta Buenos Aires. El 'crack' no viajará solo ya que le acompañará el kinesiólogo de la selección argentina, Luis García, que se ha convertido en su sombra desde que el jugador se lesionó el pasado 10 de noviembre en Sevilla  durante el partido contra el Betis y que seguirá trabajando codo con codo con el delantero blaugrana al menos hasta mediados de diciembre.

Será entonces cuando llegue el preparador físico del Barcelona, Elvio Paulorroso, para certificar la recuperación del jugador y entrar de lleno en la recta final. Antes de que el ‘profesor’ empiece su singladura con el crack blaugrana, el responsable médico del primer equipo, Ricard Pruna, junto a un fisioterapeuta del club –se especula con Roger Gironés porque la opción de Juanjo Brau está totalmente descartada por diversos motivos entre ellos la falta de 'feeling' entre ambos– aterrizarán en Buenos Aires para comprobar 'in situ' el estado de la lesión del jugador, someterle a una nueva ecografía de control y, si no hay ningún contratiempo, dar luz verde para que Paulorroso empiece a cargar las pilas a Messi con una pretemporada diseñada específicamente para él.

En principio, está fijado que Paulorroso viaje a Argentina tras presumiblemente certificar el pase a octavos de la Champions como primero de grupo ante el Celtic, por lo que se le espera a partir del 12 de diciembre en Argentina. El preparador físico ya se quedará en su país hasta el 30 de diciembre, fecha que el Tata ha fijado para el regreso al trabajo tras las vacaciones de Navidad.

Pruna y el fisioterapeuta, que podrían viajar junto al preparador físico argentino, estarán entre cuatro a cinco días supervisando el trabajo de recuperación de Leo Messi y, si no hay ningún contratiempo, partirán hacia Barcelona tras dar el visto bueno a la evolución del jugador.

La fase que iniciará ahora Messi junto a Luis García es la más importante de la recuperación y la que requiere más sacrificios, ya que consiste en empezar a muscular la pierna e ir empezando el trabajo de acondicionamiento al campo. Los quince días de reposo han servido para cicatrizar la rotura y ahora hay que empezar a darle ‘caña’ a esa pierna izquierda para que se tonifique y muscule adecuadamente. Esta fase se realizará en las instalaciones de Predio de Ezeiza en Buenos Aires. Después será el turno de Paolorroso quien tendrá unos quince días por delante para poner a tono al jugador. Esta última fase será decisiva para dejar a Leo prácticamente a las puertas del alta médica, es decir, con el jugador preparado para incorporase al grupo nada más aterrizar en Barcelona. El técnico Tata Martino y el segundo de abordo, Jorge Pautasso, aprovecharán las vacaciones de Navidad para hacer una visita a su pupilo en Rosario  y comprobar de paso su estado para afrontar los muchos retos que tiene por delante el jugador en el 2014. Tanto Paulorroso como Pautasso y el propio Tata regresarán a Barcelona a finales de mes porque tienen que estar el 30 de diciembre en Barcelona para estar al frente del primer entrenamiento tras las vacaciones de Navidad.

Todo está planificado para que el jugador regrese a Barcelona el 2 de enero, tras pasar las fiestas de Navidad y Fin de Año con su familia en Rosario, y se incorpore al grupo pensando ya en la posibilidad de recibir el alta esa misma semana. No está descartado que participe ya unos minutos ante el Elche, partido que se jugará el domingo 5 de enero, aunque todo apunta que su reaparición sería más adecuada de cara al partido de Copa –con rival todavía por designar ya que primero hay que eliminar al Cartagena aunque podría ser el Getafe– que se disputaría el 8 de enero y con vistas sobre todo al trascendental partido que el Barcelona jugaría ese fin de semana en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid, correspondiente a la última jornada de la primera vuelta.