El exblaugrana vive una nueva experiencia en el fútbol austríaco

Jonathan Soriano, un pichichi en Salzburgo

Jonathan Soriano se ha convertido en el buque insignia del Red Bull. Sus goles le han erigido en la gran estrella del campeón austríaco

Tomàs Andreu

Acaba de cumplir 28 años y tras una década de fútbol profesional a sus espaldas, por fin puede gritar que es plenamente feliz. Lo curioso del caso es que Jonathan Soriano lanza su proclama desde Austria y defendiendo los colores del Red Bull Salzburg. Un ejemplo más de la incipiente exportación de talento desde la factoría en crisis de la Liga de las Estrellas. Jonathan no reniega de su pasado. Contempla con cariño las 25 internacionalidades en los equipos inferiores de ‘La Rojita’, no olvida los apasionantes duelos con Roberto Soldado en su lucha por ser considerado en su día el delantero más prometedor del fútbol español y también guarda un grato recuerdo de su salto a Primera División. Eran otras épocas. Ha transcurrido una década y el goleador catalán se ha asentado como la gran estrella del Red Bull, el vigente campeón austríaco. Una figura venerada por sus compañeros y aficionados que le ha valido el brazalete de capitán y una reciente renovación por cuatro temporadas más.

Feliz y perfectamente integrado en el día a día de la coqueta Salzburgo, Jonathan no se plantea a corto plazo un regreso a casa. “Mi familia y yo somos felices. Durante todo este tiempo que llevo en el fútbol austríaco no he parado de recibir ofertas de España y otros países. Lo hemos hablado muchas veces en casa pero, si te digo la verdad, ha llegado un punto en que estoy harto de sufrir siempre en la Liga española. Harto de mentiras, embustes, promesas incumplidas, leyes concursales que lo complican todo… En la mayoría de clubs, excepto Barça, Real Madrid y alguno más, sabes cómo empiezas una temporada pero desconoces cómo la acabarás”. Ni tan siquiera el poderío del fútbol chino y una jugosa oferta de traspaso de nueve millones de euros hicieron que la directiva de su actual club se sentara a negociar este verano. El gran goleador del fútbol austríaco no se mueve. El crack del Red Bull no se toca. Él sí que es intransferible de verdad.

Pese a su juventud, su currículum atesora todo tipo de experiencias en su etapa de formación en el Espanyol y sus posteriores aventuras en Almería, Polideportivo Ejido, Albacete y Barça B. Un continuo ir y venir agotador y decepcionante, con excepción del filial blaugrana, antes de llegar al Red Bull. No le gusta pasar factura a aquellos que le engañaron con falsas propuestas deportivas y todo tipo de tropelías económicas. Ha pasado página, aunque no puede evitar una sentencia de esas que hacen recapacitar. “En mi vida futbolística he acertado en dos grandes decisiones: fichar por el Barça B y marcharme al Red Bull Salzburg”. No es una afirmación gratuita meditada desde el resentimiento. En su caso es de justicia tener en cuenta que en el filial blaugrana se proclamó Pichichi de la Liga Adelante con 32 goles (2010-11) y, en su actual equipo, confiesa medio divertido que ha dialogado más con su entrenador, Roger Schmidt, y su tosco alemán que no con otra larga serie de técnicos que sí hablaban su mismo idioma pero que apenas sabían transmitirle la confianza necesaria para explotar el fútbol que llevaba dentro.

El fútbol austríaco sí ha sabido rendirse ante el talento y enorme olfato goleador de Jonathan Soriano. En la pasada temporada anotó 26 goles en la Bundesliga de Austria y 3 más en la Copa. Cifras abrumadoras que tienen continuidad en este inicio de campaña. Entre Liga, Copa y competiciones europeas ha marcado más de 20 dianas. Un goleador nato, en plena madurez deportiva, que ha encontrado justo todo aquello que se le negó en el todopoderoso fútbol español. “No quiero que nadie se moleste, pero la verdad es que me motiva mucho más jugar para ganar una Liga o una Copa, aunque sea en Austria, que no estar en el Espanyol, Betis, Granada y otros tantos equipos que pueden estar permanentemente amenazados de bajar a Segunda A. Agradezco su interés cada vez que se abre el mercado, pero aquí estoy mucho mejor”. El delantero reivindica con orgullo su aventura profesional. Está convencido que Austria irá a más y los diferentes equipos adquirirán mayor relevancia internacional. La cantera ha mejorado e incluso es posible encontrar promesas que darían la talla en España. “En mi equipo juega Martin Hinteregger. Se trata de un central zurdo de 21 años, internacional y que hace tiempo es seguido por clubs como el Inter o el Liverpool. A veces se le va un poco la olla con las subidas, pero entrenando en un club como el Barça podría jugar perfectamente en un grande”.

Jonathan ha variado casi por completo su orden de prioridades en la vida. Familia y fútbol son sus grandes pasiones. Su compañera inseparable, Cristina, y sus tres hijas, Daniela (a punto de cumplir los siete años), Adriana (4) y Abril (6 meses) se han adaptado a la perfección a la ordenada vida austríaca y a los rigores de su clima invernal. Estos días viven ajetreados en plena mudanza a su nuevo domicilio ubicado en el centro de la ciudad. “En Salzburgo suceden cosas que me hacen sentir un privilegiado. Te explico un caso reciente: mientras en algunos sitios discuten sobre educarse en uno u otro idioma, para mí es un orgullo decir que mis hijas crecen aprendiendo cinco lenguas –catalán, castellano, alemán, inglés y francés-. El otro día, en un restaurante, tenía problemas para entenderme en alemán con un camarero y tuvo que ser mi hija quien nos sacó a todos de un apuro. De verdad, se me caía la baba viendo cómo se expresaba en alemán, cómo arrastraba la r en su pronunciación. Sé que son pequeños detalles, pero…”. Efectivamente, son detalles que marcan diferencias y le hacen sentir a uno casi como en casa. Quizá por ello, una revista ya le ha bautizado con el sobrenombre de ‘Toro Rosso’. Los tópicos no conocen fronteras, por muy austríacas que éstas sean.

Desde la distancia sigue la Liga muy de cerca. De forma periódica concede entrevistas donde aprovecha para relatar sus aventuras y en las que se permite alguna que otra broma, como la de esperar paciente la llamada de Vicente del Bosque para ocupar el puesto que baila en la punta de ataque. No ha perdido el contacto con antiguos compañeros, como el caso de Tello, pero reconoce que poco a poco se va desconectando. Un camino que recomienda a todos aquellos futbolistas que pueden encontrarse en una situación similar a la suya. “No me gusta dar consejos a nadie porque no me considero un ejemplo en casi nada. Pero sí me atrevería a pedir a los futbolistas que juegan en España que no tengan miedo a salir. Existe buen fútbol más allá de la Liga”. Palabra de futbolista que ha alcanzado su sueño a centenares de kilómetros de casa. Un ejemplo de superación y valentía.