Zubizarreta mantuvo dos reuniones con su agente

Contacto con Bale

Los técnicos le consideran un crack y están convencidos de que se adaptaría al estilo blaugrana sin problema

Tomàs Andreu

El mercado ofrece pocas joyas. El número de cracks que circula por el firmamento futbolístico es muy reducido, apenas si un selecto grupo de estrellas que congrega la atención de los grandes del momento. Uno de los nombres que genera pleno consenso es Gareth Bale. Nadie discute que en su posición, a lo largo y ancho de toda la banda izquierda, es el número uno, el mejor. El Tottenham así lo entiende y lleva un par de temporadas frenando la salida de su jugador franquicia. A día de hoy, ni los 50 millones de euros que el Chelsea puso contantes y sonantes el pasado verano, han hecho cambiar de opinión al club londinense. Quizá por ello, a través de varios portavoces y representantes, no se han cansado de repetir estas últimas semanas que el precio de salida del internacional galés se estima en 180 millones de euros. Una barbaridad que ridiculiza el traspaso de Cristiano Ronaldo al Real Madrid.

El nombre del Barça se ha asociado a Bale de forma recurrente. La prensa inglesa, amante de todo tipo de especulaciones, ha insistido en que el club blaugrana sigue de cerca cualquier noticia referente al polivalente jugador. Y esta vez es verdad. SPORT ha confirmado que Andoni Zubizarreta ha dirigido personalmente los primeros contactos de aproximación con el Tottenham, Gareth Bale y su entorno. Llamadas telefónicas, desplazamientos a Londres y reuniones han servido para posicionar al club blaugrana como un serio aspirante a acoger al futbolista en el caso que el galés quiera abandonar White Hart Lane.

Según ha tenido acceso esta redacción, el director deportivo ordenó mover la primera ficha una vez iniciada la actual temporada. Se trataba de una simple conversación telefónica a modo de presentación que debía servir para tender los puentes imprescindibles para una reunión formal. Fue a mediados de octubre. Semanas más tarde, durante el mes de noviembre, Zubizarreta encabezó una muy reducida delegación que se trasladó a Londres para mantener como mínimo un par de citas trascendentales. La primera, un cara a cara con altos ejecutivos del Tottenham. Muy poco ha trascendido del encuentro y el Barça es consciente de que la salida de Bale está muy complicada. No existe voluntad negociadora y la entidad inglesa es conocida porque tampoco anda agobiada por la situación económica.

Pero en este viaje, lo realmente relevante fue un encuentro paralelo con los representantes de la empresa Stellar Group, encargados de gestionar el futuro de Bale. Zubizarreta viajó con una obsesión: saber de primera mano si Gareth Bale tiene deseos reales de abandonar el Tottenham y si estaría por la labor de fichar por el Barcelona. Dos propósitos fundamentales que han sido imprescindibles en las negociaciones con Cesc Fàbregas y Alexis Sánchez. Estas mismas fuentes se han limitado a señalar que Bale ve con buenos ojos su llegada al Camp Nou pero no está claro si en una hipotética puja haría valer su fuerza para decantar la balanza final en favor de la oferta culé.

Zubizarreta sabe de forma directa, así se lo confirmaron los ejecutivos del Tottenham, que en el preciso momento que el galés salga oficialmente al mercado, aparecerán un mínimo de entre cinco y seis ofertas con cifras mareantes. Cantidades superiores a los 50 millones de euros que el Barça no estará en condiciones de igualar. Solo la presión directa del futbolista permitiría que la propuesta blaugrana peleara con serias opciones de lograr su objetivo. En el fondo, es una estrategia similar que fue determinante para que el Arsenal dejara salir a Cesc y Udinese cerrara el traspaso de Alexis al Barça en detrimento de ofertas muy superiores procedentes de la Premier League.

BALE NO SE DEFINE

El club esperará. Tras asegurarse la renovación de Abidal, Guardiola tiene las espaldas bien cubiertas. El técnico está al corriente de todos los movimientos y es uno de los grandes avaladores de la operación. Bale cumplirá 23 años este verano, lleva varias temporadas en la élite de la Liga inglesa y su polivalencia encaja como anillo al dedo al sistema de juego blaugrana. Con la marcha de Maxwell, el equipo mantiene una vacante en la banda izquierda.

Zubizarreta ha gestionado todos los contactos con el máximo sigilo. La empresa se presume de lo más complicada y trata por todos los medios de mantenerse al margen de una negociación a múltiples bandas con clubs de la talla del Manchester City, Chelsea e incluso Real Madrid, entre otros. Y es que el conjunto blanco, sin tantos miramientos, ha notificado de forma oficial que está con la chequera a punto de entrar en liza. Así lo ha manifestado Peppino Pirri, un agente que asegura tener los derechos de Bale en el mercado italiano y que no tiene reparos en afirmar que el Madrid y un par de escuadras transalpinas ¿Juventus e Inter¿ están en disposición de seducir al Tottenham.

Bale guarda silencio y no se pronuncia en público. Salvo mostrarse halagado por el interés de los `grandes¿, aún no ha dicho si su futuro está en la Premier o da el salto al continente. El jugador se siente atado al Tottenham, club al que llegó del Southampton tras pagar 14 millones de euros, y no jugará a sus espaldas.