203 millones para ocho fichajes en la 'era Zubizarreta'

Desde que en el verano de 2010 Andoni Zubizarreta se hizo cargo de la dirección deportiva del FC Barcelona en sustitución de Txiki Begiristain, el ex guardameta vasco ha intentado mantenerse al margen de los focos mientras desarrollaba su labor.

Su discurso ante los medios de comunicación ha sido durante estos tres años y medio ha sido prácticamente plano, para no facilitar pistas sobre los movimientos de mercado del club. El ejemplo más claro, la búsqueda del futuro sustituto de Víctor Valdés como portero del Barça.  

Mientras Zubi mantenía que aún no han decidido si serán uno o dos los fichajes para esa demarcación, el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, iba un poco más lejos asegurando en el 'Rac 1' esta semana que el nombre del meta escogido se hará público en cuanto Víctor ratifique su salida.

Zubizarreta ha tenido que solucionar papeletas complicadas, como las de los relevos, de manera consecutiva, de Josep Guardiola y Tito Vilanova. Al cabo de dos temporadas, Gerardo Martino es el nuevo inquilino del banquillo con el desafío de no abandonar el estilo ni la senda de éxitos que marcaron Pep y Tito en el lustro más glorioso de la historia del Barça.

Tampoco tuvo que resultar fácil para él gestionar la salida de Éric Abidal, ni los traspasos de Zlatan Ibrahimovic y Dmytro Chygrynskiy, dos fichajes de Guardiola que no funcionaron como se esperaba y cuyo balance económico fue negativo.

Igualmente se cuestionó el acierto del traspaso de Thiago alcántara al Bayern de Múnich pese a que el club ingresó 25 millones de euros por la marcha del canterano.

Andoni ha tenido que defenderse de los que le han acusado de asumir la decisión que le impuso el presidente Sandro Rosell, el inspirador de la llegada de Martino, y proteger al Tata de los debates en los que se cuestiona su manual de estilo y su fidelidad al 'modelo Barça'.

LOS FICHAJES

Durante sus tres años en la dirección deportiva, Andoni Zubizarreta ha rediseñado la estructura del fútbol apoyándose en Narcís Julià y Albert Valentín; y ha dado el relevo al frente del filial entre Luis Enrique y Eusebio. El asturiano lo llevó a la tercera plaza en la campaña 2010-11 antes de marcharse a la Roma y el vallisoletano lo clasíficó en octava (2011-12) y novena posición (2012-13).

En la presente campaña, tras decidir una apuesta por nuevas promesas y dar salida a estrellas en ciernes como Deulofeu, Rafinha o Sergi Roberto (con el primer equipo), el Barça B ha sufrido en el primer tercio de la Liga.

Pero hay otro aspecto más espectacular de la gestión de cualquier director deportivo, la que se refiere a los fichajes para la primera plantilla. Cuando llegó al cargo, Zubizarreta se encontró con que ya estaba cerrado el fichaje de David Villa, quien ofreció un buen rendimiento pese a su grave lesión y cuya salida, a cambio de una cantidad reducida al Atlético, ha sido cuestionada. 

Desde entonces, han llegado jugadores como Adriano y Mascherano(2010-11); Alexis y Cesc (2011-12); Song y Alba (2012-13); y Neymar (2013-14). 203,5 millones de euros invertidos en pocas llegadas pero escogidas.

Y, en la mayor parte de los casos, con un buen rendimiento para los técnicos que han encontrado en la mayoría de ellos un excelente complemento para la base que ya tenían en Can Barça, básicamente surgida de La Masia.

HASTA 2016

De regreso en Can Barça para ser el enlace adecuado entre Josep Guardiola y la junta directiva tras la salida de Txiki Begiristain, Zubi ha conseguido con el paso del tiempo una situación similar a la que se creó en torno a él cuando llegó al club como portero en 1986.

En un primer instante tuvo que lidiar con los que lo veían como el 'culpable' de la suplencia de un mito como Javier Urruticoechea. Un año después, no solo se adueñó de la portería por derecho propio, sino que ganó el Zamora y se tornó indiscutible hasta que en 1994 dejó el club.

El entonces vicepresidente Joan Gaspart le comunicó la decisión del técnico, Johan Cruyff, en el autocar que devolvía al destrozado 'Dream team' de Atenas a Barcelona tras el doloroso 4-0 ante el Milan de la final de la Champions.

Ahora, trasladado de los terrenos de juego a los despachos, todo es más pausado para Andoni. Aunque la primera papeleta que solucionar, tras firmar su renovación hasta el 30 de junio de 2016 -cuando Rosell y su junta acaban su mandato- es encontrar un relevo de garantías para suplir a Valdés. El guardameta que cerró el debate sobre la portería blaugrana que se abrió cuando <strong>Zubi</strong> se fue al Valencia...