La IAAF se enfrenta a sus fantasmas: el cocktail de dopaje y corrupción

Atletismo

Sebastian Coe tiene una ardua labor por delante / sport

Carlos R. Galindo

Carlos R. Galindo

La sombra del dopaje y la corrupción volverá a flotar sobre la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), que a partir de este miércoles y hasta el sábado reunirá a su cónclave en Mónaco para debatir, entre otras cuestiones, la suspensión de Rusia tras la adopción de reformas destinadas a restaurar la credibilidad de una institución marcada por los escándalos. 

La plana mayor de la IAAF también abordará el viernes la tradicional designación de los mejores atletas a los que vuelve a figurar Usain Bolt, triple medallista de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Río -logró el triple-triple- esto es, tres Juegos, tres oros- si bien a nadie se le escapa que el debate va a estar monopolizado por los escándalos destapados en Rusia.

A poco más de una semana para la publicación de la segunda parte del informe Mclaren, prevista para el 9 de diciembre, el noruego Rune Andersen, presidente del grupo de trabajo destinado a examinar el caso ruso, dará a conocer al Consejo de la IAAF sus recomendaciones sobre el reingreso (o no) de un país que ha sido apartado de todas las competiciones internacionales desde noviembre de 2015, después de las revelaciones por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de un amplio sistema de dopaje amparado por el propio estado ruso.

Esta suspensión ya fue debatida en dos ocasiones, en marzo y junio, lo que supuso el veto definitivo a los atletas rusos a participar en los Juegos Olímpicos de Río.

Las autoridades rusas han intentado en los últimos días ofrecer muestras de buena voluntad. Así, el presidente Vladimir Putin proclamó el 22 de noviembre una ley sancionadora que incluye penas de prisión a entrenadores y médicos que hayan empujado a los atletas a doparse.

¿Será suficiente para cambiar el rumbo de las cosas? No es seguro. Además de la espada de Damocles que supone la segunda entrega del informe McLaren, el primero fue una autentica bomba para Rusia, una ofensa en toda regla que afectó a su línea de flotación y que puso al descubierto los tejemanejes del anterior presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack.

Temor por el Informe McLaren

Según la cadena de televisión alemana ARD, seis atletas rusos hicieron entrega a la IAAF de miles de euros a cambio de 'protección total'. La Federación Rusa, furiosa por no haber obtenido la inmunidad prometida, amenazó con denunciar públicamente el pacto acprdado en 2014. El ex jefe de la IAAF Lamine Diack, recibió una transferencia de 1,5 millones de euros de Valentin Balakhnichev, ex presidente de la Federación Rusa y ex tesorero del organismo mundial.

Un episodio más que salpica a Lamine Diack desde noviembre de 2015 y que tiene que ver con la corrupción de la IAAF y también con su hijo, que era el encargado de 'lavar' esas cantidades millonarias. Massata Papa Diack, ex consultor de marketing de la IAAF hasta 2014, fue uno de los principales 'actores' de ese sistema corrupto y su nombre llegó a figurar en los listados de la Interpol como uno de los personajes más buscados. Se le dictó una orden de caza y captura emitida desde Francia.

Atrapado en los escándalos de dopaje y la corrupción, el nuevo presidente de la IAAF, Lord Sebastian Coe, confía en calmar la situación y restaurar el prestigio de la Federación Internacional.

Este pasado sábadose realizó un Congreso extraordinario en el que se aprobó la creación de una unidad especial dedicada especialmente al dopaje y que funcionará como un tribunal independiente. También se establecieron los límites del mandato del Presidente (tres períodos de cuatro años) y más poder para la oficina ejecutiva, que se convertirá en el órgano de gobierno de la IAAF.

En medio de ese deprimente escenario monegaso, el viernes tendrá lugar la elección de los mejores atletas del año (hombre y mujer) a los que aspiran la leyenda jamaicana del esprint, Usain Bolt, que será el gran favorito además del sudafricano Wayde van Niekerk, que destrozó el récord olímpico del mítico Michael Johnson en los 400 metros, y el británico Mo Farah, autor de una segundo doblete en 5000 y 10.000 metros en Río.

En las mujeres, la etíope Almaz Ayana, la jamaicana Elaine Thompson y la polaca Anita Wlodarczyk  competirán por el preciado galardón.