Cursa Bombers

Dario Huesca: "la Cursa Bombers tiene algo especial"

Dario Huesca, bombero, correrá con el equipo de intervención (24 kilos)

Cursa Bombers

Dario Huesca, un 'veterano' de la Cursa Bombers. Ha corrido seis... / sport

Carlos R. Galindo

Bombero, corredor tardío (empezó a los 30 años), amigo de sus amigos, compañero fiel y meticuloso en el trabajo “alguien en quien confiar”, me susurra uno de sus colegas. Darío Huesca (42), que ingresó en el cuerpo en 2010, será uno más de los miles de participantes que afrontarán este domingo la 18ª Cursa Bombers que coorganizan el Diario SPORT, Grupo Zeta y SevenMila. El hecho diferencial es que él, como otros compañeros suyos, correrá con el equipo de intervención, esto es, unos 24 kilos de peso encima. Eso sí, lo hará con zapatillas de deporte “porque con las botas, acabas reventado y con los pies yagados. Y al día siguiente hay que trabajar…”, ríe. 

Darío corre habitualmente “unas dos o tres veces a la semana”. Para él, la Cursa del domingo será muy especial “porque la prueba ha recuperado su recorrido de siempre, que es espectacular, y su sello de identidad, que perdió el año pasado, con un trazado que no gustó y en horario nocturno”. Que sea ‘su’ carrera le produce un cosquilleo en el estómago: “Sí, porque la gente te hace sentir especial. Te muestra su cariño, hay una conexión entre aficionados y bomberos que no deja indiferente. De hecho, éste será el año en el que participarán más bomberos. Con eso lo digo todo”, añade.”Y cuando vas por la Via Laietana, te llevan en volandas. Como aníman...

Ha participado en tres Cursas con el equipo de intervención y en otras tres sin el. Admite que correr con el traje “es un plus de sacrificio porque es ignífugo y da mucho calor. Habrá que mojarse la cabeza…”. Ha corrido una clásica como es la Behovia-San Sebastián y aún no se ha ‘bautizado’ en el maratón: “es algo que estoy meditando. Quizá la de Barcelona”, subraya.

En menos de dos minutos, todo el equipo está dentro del camión para acudir a una llamada. Es un visto y no visto. Todo está estudiado al milímetro: “Sabemos qué cosas no hay que hacer nunca. Lo peor es cuando hay críos de por medio”.