LA MIRILLA

New York City boys

Albert Masnou

DOS TÉCNICOS EN LA CITY. Desaparecido desde hacía varios meses, Guardiola se dejó ver para el mundo futbolístico en la gala del Balón de Oro. Se le pudo ver en fotografías compartiendo con Iniesta, con Florentino Pérez, con Neymar y, según cuentan, se encontró en la intimidad con Rosell y Bartomeu. Guardiola se postuló públicamente para volver a los banquillos. Guardiola, en definitiva, se puso en el aparador. No tiene necesidad de venderse porque tiene tantos pretendientes como quiere pero sí dijo que `aquí estoy yo y dispuesto a entrenar¿. Casualidades de la vida, varias horas después coincide con Tito Vilanova en Nueva York donde nadie tiene imágenes de si se han visto o no. En realidad, nadie sabe a ciencia cierta cuál es la relación que hoy mantienen ambos técnicos.

Está claro que Guardiola tiene mono de empezar a entrenar, de que este parón le ha ido bien para cargar pilas pero ya parece tenerlas a tope y con ganas de empezar a pensar en su futuro equipo, con necesidad de tomar pronto una decisión, de meterse en su cueva con un montón de videos para ver a jugadores y fútbol. Para empezar a trabajar. Y mientras hoy en Nueva York Guardiola está frotándose las manos esperando qué futuro le espera, Tito está siendo examinado en el mejor centro del mundo de cáncer; en el Camp Nou semivacío se sentará Jordi Roura, un entrenador del que el club se ha dado cuenta de que es presentable, para dirigir a un equipo que va solo.