LA MIRILLA

Francesc no es Josep ni Tito es Pep

Albert Masnou

Pasar página. Marco van Basten confesaba ayer en las columnas de L'Équipe que su Milan está lejos del Barcelona de Guardiola porque es más espectacular y tiene una mayor posesión de la pelota: “Es decir, cuenta ganar pero también el cómo. Es lo que los italianos dicen 'vincere e convincere¿”, decía. El Barça ha girado página con la marcha de Guardiola y ayer mismo abrió un nuevo capítulo a su libro histórico. Aunque es el continuismo, nadie sabe si el protagonismo de Tito Vilanova tendrá un final feliz. La filosofía es la misma pero las formas no. Francesc no es Josep ni Tito es Pep.

El primer paso para que todo vaya en la misma línea es, como decía Van Basten, convencer y la prueba de fuego inicial llegará mañana con la rueda de prensa de presentación, que el club ya trabaja para que tenga una duración de, mínimo, hora y media. Los coordinadores tienen muy fresca la vivida en la presentación de Pep Guardiola y la de Tito no esperan que sea otra cosa. Hay muchas preguntas en el tintero a un técnico que no se pronuncia públicamente desde el pasado marzo de 2011. Desde entonces han pasado 15 meses y muchas cosas: la operación en noviembre de 2011, la designación como primero entrenador de Rosell, su relación con Pep Guardiola, la planificación de la próxima temporada con las altas, la bajas y los niños del filial que suben, la configuración de su staff... Y en definitiva, el sello que piensa implantar al equipo. Muchas incógnitas y un único mensaje: aquí hay futuro.