Shakhtar Donetsk, el carioca que llegó del frío

La embajada brasileña en Europa, futbolísticamente hablando, lleva tiempo radicada en Donetsk, Ucrania. Pese a los vaivenes de una guerra y un exilio forzado, el Shakhtar se ha plantado en las terceras semifinales europeas de su historia y lo hace además como ‘tapado’, ante los oropeles que desprenden Sevilla, United e Inter, su rival el lunes en Düsseldorf.

Con un técnico poco conocido como es el portugués Luis Castro, y con la friolera de trece jugadores brasileños en su plantilla, dos de ellos ya nacionalizados ucranianos, el ‘naranja y negro’ buscará el Inter de Milán su segunda final europea, tras el éxito cosechado en la Europa League 2008-09 ganando en la final de Estambul al Werder Bremen. 

La receta de los ‘mineros’, pues eso significa ‘shakhtar’, es alegre y ofensiva, un libreto que ya implantó Mircea Lucescu -entrenador del equipo entre 2004 y 2016- y que Castro respeta a rajatabla. El equipo fluctúa entre un 4-2-3-1 defensivo que se convierte en un clro 4-3-3 con la posesión del esférico.

Pyatov es un cancerbero veterano y de garantías, con una línea de defensa firme y sólida con el joven Dodô en el lateral diestro, Kryvtsov y Bondar como pareja de centrales y Matvyenko en el costado izquierdo. Por delante de la línea de zagueros se ubica Taras Stepanenko, el pivote defensivo que galvaniza el juego en la medular. 

Le acompañan un ‘box to box’ clásico como Marcos Antonio junto a Alan Patrick, quien juega muy bien entre líneas y por detrás del ariete. En las bandas, dos verdaderos puñales como Taison y Marlos son los encargados de abrir la lata de las defensas rivales, dejando al nueve puro, Júnior Moraes, como máxima referencia goleadora del equipo.  

Con estos mimbres principales, el equipo de Donetsk, donde no puede jugar a causa de la guerra y el conflicto territorial con Rusia, se plantó en la fase final a ocho de la Europa League en tierras germanas arrasando al Basilea suizo en el duelo de cuartos por un contundente 4-1. 

El Inter parte como favorito a priori en la semifinal del lunes, pero Conte no se fía de un equipo con DNI ucraniano pero marcado por el estilo brasileño en nombres y concepción de juego. El Shakhtar llega desde la fría Ucrania pero con el calor de las playas de Rio para soñar con su segunda Europa League.