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La historia del pequeño Nicolás (Kemboi)

Hoy queremos hablar de un caso inédito en la historia del atletismo. Un corredor que difícilmente será recordado con el paso de los años. Una trayectoria efervescente, fugaz. Demasiado castigo si de quien estamos hablando es el cuarto hombre más rápido de todos los tiempos en 10.000 metros, con una mejor marca personal de 26:30.03 a la temprana edad de 20 años. La historia de Nicholas Kemboi se suma a la de otros anónimos a los que una “mala mano” se les cruzó en su camino.

El 25 de noviembre 1983, en las tierras altas del oeste del Rift Valley, nacía este corredor con una historia capaz de dejarnos con la boca abierta. Nicholas Kemboi era un fenómeno desde el punto de vista aeróbico. Su consumo para correr era mínimo, podía correr muy rápido con poco entrenamiento.

Por el año 2003, con un entrenamiento ridículo, sin credibilidad alguna por parte de su entrenador, corrió en 28:19 los 10.000 metros en Hengelo. Inmediatamente después se mudó a Davos (1.600m de altitud en Suiza) durante 3 semanas con todos los atletas de su grupo, a cambio de su participación en una carrera local.

Fue entonces cuando su entrenador tuvo la oportunidad de aprender directamente de su actitud. Así, descubrió que Nicholas era muy rápido (corrió 22,8 en el último 200m de 4 series de 600/500/400/300/200), mucho más que el resto.

La gran pregunta era: ¿si eres tan rápido, ¿por qué cuando hay 6 atletas al toque de campana acabas quinto o sexto? A lo que él respondió: ”sé que soy rápido, pero soy rápido sólo si estoy delante”.

A partir de ese momento su entrenador dedicó horas en cambiar esa mentalidad.  La prueba de fuego estaba en el 5.000 del Meeting de Zúrich . 13’01”. Pasó séptimo a falta de una vuelta para acabar segundo a 20 cm detrás de John Kibowen.

Después de Davos vino otro stage en St. Moritz. El tiempo era maravilloso, todo el grupo mejoró mucho. En su caso, decidió preparar un 10.000m en específico con vistas al Meeting de Bruselas que se celebraría tres semanas después.  No fue capaz de derrotar a…Haile Gebreselassie, atacando en la última vuelta, con unos 600 metros finales en 1’23 y cediendo 20 cm en meta ante el emperador.  26:30.03. Por debajo de esa marca solo tres leyendas en toda la historia, Gebreselassie, Bekele y Tergat.

Entonces, ¿Por qué no pudo continuar esa progresión?, ¿mala suerte o una decisión equivocada?

Un mes después de la gesta de Bruselas fue tentado por Bahrein en plena caza de nacionalidades. El mes de diciembre, su entrenador se puso en contacto con la Federación de Bahrein para  averiguar el nuevo nombre de Nicholas (en ese momento era una necesidad cambiar de nombre por uno árabe), le enviaron una copia de su nuevo pasaporte donde aparecía un nuevo año de nacimiento, 1987 en lugar 1983. El motivo, a pregunta de su entrenador,  “para que puedan competir en el Mundial Junior”.  El rechazo fue rotundo por parte de su entrenador como así hizo saber a su atleta “nunca colaboraré con una Federación de tramposos”(…) “si quieres ir con los tramposos es necesario que encuentres otro entrenador, porque yo no puedo aceptar una situación como esta “.

Con toda la movida perdió gran parte de 2004. Acabó negándose a cambiar de ciudadanía e intento pasar los Trials de Kenia en busca de plaza olímpica, con solo dos meses de entrenamiento. Se quedó a las puertas con un registro de 27’17”.

Finalmente, en octubre de 2004, se nacionalió Qatarí. Antes del mundial de Helsinki 2005 había completado un invernal excelente. Se confiaba en la posibilidad de una medalla de oro ante Bekele. A 4 vueltas para el final, un inoportuno encontronazo impactó cerca de su tendón de Aquiles. Terminó trotando, ensangrentado, con una  herida que en meta precisó 16 puntos y la prescripción médica de deambular sin apoyo durante 15 días-

Volvieron a St. Moritz con el resto del grupo con el objetivo de preparar el final de temporada. Transcurridas las dos semanas le fue retirado el vendaje y la medicación. Nicholas comenzó a caminar con dolor (30 ‘por día). 4 días después se acercó a su entrenador y le propuso competir en los 10000m en Bruselas. Ante su negativa, insistió. La conversación acabó en un:“ok, pero tenemos que ver si puedes córrer (..). Mañana intentamos series de  1000m con zapatillas de entrenamiento, y después decidimos”.

Echó a correr 3’08 “, luego 3’03”, bajó 3 ‘, acabando  las 12 x 1000m con una última en 2’42”. A 3 días del Meeting de Bruselas!

Su entrenador, como no podia ser de otra manera, no pudo rechazar su participación. Le advirtió, eso sí,  “Bekele quiere probar el WR, por favor, permanece en el grupo “. a lo que contestó “No te preocupes, voy a utilizar mi cerebro”.

¿Qué sucedió en la carrera? Bekele siguió a la liebre a un ritmo de 13’10” los primeros 5 km. Y, ¿quién estaba con él en ese momento? Sammy Wanjiru  y Nicholas Kemboi, mientras que el resto del grupo pasó en 13’28”. Aguantó mientras pudo con Kenenisa para acabar los últimos kilómetros presionando su hígado debido al sobreesfuerzo realizado. Terminó trotando, … 26’51” . Según su mentor, su carrera más increíble. En aquella carrera Bekele selló el WR que 10 años después todavía perdura, 26’17”:53.

¿Por qué a partir de entonces no fue capaz de correr tan rápido?

La lesión provocó un cambio en su acción mecánica que le obligaba a usar su pie derecho como un “pato”, sin ningún tipo de reacción, y en dirección externa. Así, perdió todas sus cualidades biomecánicas, manteniendo la calidad aeróbica, pero en la práctica se convirtió como un coche con un motor increíble, pero con los neumáticos sin presión.

Ya en en 2011 corrió en 2h:08:01 en el Maratón de Valencia . En 2013 ganó el maratón de Praga con 2h:08:51.

La historia, como no podía ser de otra manera, es una transcripción de una de tantas piezas a las que nos tiene acostumbrados Renato Canova (el entrenador) en el foro Let’s Run.


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