“Estoy de vuelta donde todo empezó”
Kilian Jornet ha dejado su lugar de residencia en Noruega para emprender una travesía a sus orígenes, los Pirineos.
Allí, siendo un niño de tan solo tres años coronó su primer 3.000m y con cinco, llegó a la cumbre del Aneto (3.404m).
Para Kilian, los valles y cumbres del Pinineo han sido el patio de recreo de su casa, ya que pasó su infancia en el refugio de Cap del Rec (su padre era el guarda y su madre su madre profesora de deportes de montaña) a prácticamente 2.000 metros sobre el nivel del mar.
El mejor corredor de montaña de la historia está en plena fase de recuperación después de su lesión en el sacro que le dejó fuera de la Ultra Trail del Mont-Blanc y -sin desvelar muchos detalles- ha emprendido una travesía por los Pirineos coronando una barbaridad de tresmiles, toma entrenamiento cruzado.
Una salvajada de kilómetros y desnivel acumulados (en tan solo 4 días) que solo puede estar al alcance de atletas como él: 235 kilómetros y más de 22.000 metros de desnivel positivo.
¿Estará intentando un nuevo récord en la travesía integral de los Pirineros? solo sabemos hasta el momento lo que él mismo ha publicado en su cuenta de Instagram:
“¿Por qué estoy haciendo esto? porqué es divertido, porqué me encanta estar al aire libre, explorar y estar conectado a la naturaleza. Esto va de crear recuerdos, no va de batir registros. Muchas veces estoy motivado para ganar carreras y batir récords, pero al final es una gran excusa para crear recuerdos. Para ello hay que respetar la naturaleza y tus sentimientos y motivaciones más profundas”.
La travesía de Kilian Jornet en los Pirineros día a día
Día 1: 61 kilómetros con un desnivel positivo de 6.947 metros en 12 horas y 11 minutos.
Día 2: 56 kilómetros con un desnivel positivo de 5.405 metros en 12 horas y 27 minutos.
Día 3: 40 kilómetros con un desnivel positivo de 4.765 metros en 9 horas y 19 minutos.
Día 4: 78 kilómetros con un desnivel positivo de 5.725 metros en 10 horas y 40 minutos.
Está claro que en un calendario como el suyo, debe ser difícil encajar una travesía como esta, no se trata de un gran reto en el Himalaya o una importante ultra trail.
Esta vez, la motivación de Kilian Jornet no es otra que “crear recuerdos”, vivir la experiencia.
Una motivación que al fin y al cabo es compartida por la mayoría de nosotros, los corredores y corredoras populares, ¿qué nos lleva a correr y preparar una carrera de montaña? ¿la clasificación final? ¿llegar el 50 o el 200? seguro que el resultado y el tiempo es importante para muchos, pero si rascamos bien en la superficie de nuestras motivaciones, llegaremos al fondo de la cuestión: igual que Kilian, vivir la experiencia y crear bonitos recuerdos será la fuerza que nos empuja a calzarnos las zapatillas de trail.
