Luka Modric vive un periodo de letargo en el banquillo del Real Madrid. Un descanso programado para que el croata pueda ir cargando las baterías después de llegar exhausto de Qatar. De todos los escenarios que se plantearon en el club para el futbolista, que tiene ya 37 años, se cumplió el más exigente posible. Croacia llegó hasta la final de consolación, que ganó a Marruecos tras caer en semifinales con Argentina, y Modric fue el capitán y el jugador alrededor del que giró todo el juego de la selección balcánica.

Modric, el dilema de Ancelotti: Luka ha regresado exhausto del Mundial (leer noticia)