La derrota ante el Espanyol en San Mamés solo fue un punto de inflexión para volver más fuertes. Valverde lo tenía claro y sus hombres también, con un equipo que salió decidido desde el primer minuto a llevarse los tres puntos. No se cumplían todavía los dos dígitos de minutos en el electrónico, cuando los leones rugieron por primera vez, aunque lo hicieron con la ayuda de una defensa ilicitana que no paró de errar. Berenguer se escapó por la izquierda y sirvió un centro que no remató Iñaki, pero que sí que introdujo en su propia portería un desacertado Nico Fernández.

El Athletic se da un festín en el Martínez Valero (leer noticia)