¿Hay vida más allá del Barça? Esta pregunta resuena en la cabeza de todos aquellos jóvenes culés que, después de varios años en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, ven que las posibilidades de triunfar en el club blaugrana, para algunos el de su vida, son escasas. Hay futbolistas que tienen tan claro su objetivo y no quieren rendirse fácilmente que necesitan mucho tiempo para digerir y aceptar que deben cambiar de aires. Otros, al contrario, son enemigos de la paciencia y aliados de la precipitación. Entre ambos lados de este espectro hay muchos grises. Cada caso es un mundo. El tiempo, como siempre, pone a todo el mundo en su sitio. Y más en el fútbol, que “te devuelve lo que le das”.

La ilusión de Jorge Cuenca, un central de cocción a fuego lento (leer noticia)