Unas 800.000 personas se han visto obligadas a huir de Rafah desde el pasado 6 de mayo, cuando Israel anunció una nueva ofensiva militar contra la ciudad, considerada hasta ahora como uno de los últimos refugios que quedaban en Gaza, según ha confirmado este sábado la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). El organismo ha pedido una vez más un alto el fuego que proteja a los civiles en toda la Franja y permita el acceso de ayuda humanitaria. "Casi la mitad de la población de Rafah está de nuevo en la carretera", ha lamentado el Comisionado General de UNRWA, Philippe Lazzarini, en las redes sociales.