No hay excusa ni ningún argumento convincente en contra. Después de que 68.739 personas vieran en el Wanda Metropolitano el Atlético-Barça del pasado fin de semana o de que más de 48.000 espectadores acudieran a San Mamés a un Athletic-Atlético de Copa, el siguiente que debe dar el paso es el FC Barcelona abriendo las puertas de su coliseo.

El Barça femenino debe jugar en el Camp Nou (leer noticia)