Enfado de Suárez con el público: "es una falta de respeto"

Suárez durante su encuentro con Keys

Suárez durante su encuentro con Keys / AFP

Cristina Moreno

Carla Suárez finalizó su andadura en el Abierto de Estados Unidos con un enfado monumental causado por el público asistente en Flushing Meadows del que se quejó en repetidas ocasiones al árbitro.

De nuevo la maldición de los cuartos atacó a Carla Suárez que cayó eliminada en la Arthur Ashe ante Madison Keys. Se despidió además  muy enfadada con el público congregado en la central. Unos asistentes que se levantaban durante el juego y tan ruidoso que en algunos momentos fue difícil incluso escuchar el sonido del peloteo de las tenistas. Ignoraron las repetidas advertencias del árbitro así como las reclamaciones  de Suárez que se quejó en diversas ocasiones al juez de silla.

Keys fue una vez más la verdugo de Carla que quedó apeada del camino hacia la final del Open USA. Era el cuarto enfrentamiento entre ambas y la cuarta victoria para Keys que por segundo año consecutivo se clasificó para las semifinales del último Grand Slam de la temporada. También era para Suárez la segunda vez que caía eliminada en esta ronda y sólo dos mangas necesitó la norteamericana para dejarla fuera por 4-6 y 3-6 y sin haber jugado un brillante tenis.

Tras derrotar a dos cabezas de serie como Caroline Garcia y Maria Sharapova, la canaria no pudo con los potentes golpes desde el fondo de la pista y el saque de Keys. Pero aún hubo otro invitado incómodo para la española, que cargó contra la actitud del público de la central durante el encuentro. "Es el peor partido que he vivido en la Arthur Ashe, y mira que he perdido, hasta 6-0 y 6-0a. Ya tenía enfrente a una rival cuyo juego no me viene bien como para no poder concentrarme. No lo entiendo. No escuchaba al árbitro ni el marcador", explicó Suárez al finalizar el encuentro.

Un público que no dejó de levantarse, hacer ruido y comer durante el duelo, lo que para la española fue “una falta de respeto”. “No es normal que estemos jugando y haya gente yendo a sentarse o caminando por ahí. Ha habido un momento en el que le he dicho a Keys: 'Vamos a jugar, porque si tengo que esperar a que se siente todo el mundo, no jugamos’”, se quejó sin querer justificar su derrota. Aunque la canario se quejó en varias ocasiones al árbitro de silla, este no supo ni pudo cambiar la actitud de un público acostumbrado a este tipo de comportamientos. “Me sabe mal porque no disfruté de la noche, pero es lo que había desde el primer minuto hasta el último", concluyó.

Madison Keys se enfrentará en semifinales a la japonesa Naomi Osaka, de 20 años y vigésima cabeza de serie, que arrolló por 6-1 y 6-1 a la ucraniana Lesia Tsurenko.