Donnarumma volvió a batir un récord de precocidad ante Bélgica

El portero se ha convertido en el segundo capitán más joven de Italia

Solo Gianni Rivera superó la marca del guardameta en 1965 con 21 años

Donnarumma celebra una parada ante España en la Nations League

Donnarumma celebra una parada ante España en la Nations League / AFP

Artur López

Gianlugi Donnarumma ha vuelto a superarse. El guardameta más joven en debutar en la Serie A, o el que batió el récord de imbatibilidad con Italia, ha vuelto a batir marcas. En esta ocasión, el otrora niño prodigio se ha convertido en el futbolista más joven de la selección 'neazurra' en portar el brazalete de capitán desde Gianni Rivera. El portero de Italia ha conseguido la marca ante Bélgica, en la final de consolación de la Nations League.

El cancerbero del Paris Saint Germain ha alcanzado el logro a los 22 años, 7 meses y 15 días, un año más de lo que tardó su compatriota Rivera, en 1965, a los 21 años y 8 meses. Nada mal para un joven portero que gobernaba la portería del Milán sin lugar a discusiones, y que este verano ha firmado por el conjunto francés como una estrella más de la constelación parisina.

La excelente temporada pasada del portero italiano, que culminó con la ansiada Eurocopa para Italia, ha tenido su premio en el apartado individual. Por el momento, Donnaruma opta al Balón de Oro como uno de los 30 nominados, además de competir por el Trofeo Yashin como uno de los diez mejores porteros del mundo. Donnaruma condujo a la selección italiana a la gloria europea protegiendo el arco en las tandas de penaltis de la semifinal y la final. Tanto España como Inglaterra cayeron en la lotería de los penaltis a manos del portero italiano.

Este año, Donnarumma pugna con Keylor por arrebatarle la titularidad de la portería del PSG. En el Milán nadie ensombrecía al meta italiano. No obstante, en París, el portero costarricense venderá su piel muy cara. Hasta la fecha, el italiano ha disputado tres partidos de Ligue 1 y uno de la Champions, por seis de Navas en la liga francesa y uno también en competición europea. De todas formas, la progresión y el brillante porvenir de Donnaruma apuntan a que la balanza, tarde o temprano caerá del lado del italiano.