Yates y Pinot dan cátedra mientras Landa descuenta

Alaphilippe flaquea y el Tour se pone al rojo vivo

Alaphilippe flaquea y el Tour se pone al rojo vivo / sport

Sebastián Vargas Rozo

Papel y lápiz, jóvenes con sueño de ser ciclistas, porque la 15ª etapa del Tour de Francia 2019 dejó varias lecciones. Simon Yates, por ejemplo, volvió a pararse de su sillar para dar cátedra de cómo ascender una cota pirineica y se coronó ganador, su segundo triunfo en esta edición. Mikel Landa también hizo lo suyo: etapón al ascenso y descuento importante con respecto a los favoritos.

Thibaut Pinot, otro profesor de primer nivel, aprovechó al 100% la estrategia del Groupama en los siete kilómetros finales que marcaban la subida a Foix Prat d’Albis. El escalador galo partió raudo para emitir un ataque devastador en la general, ratificando su momentazo en el Tourmalet de ayer. Le alcanzó la gasolina para llegarle a Landa a dos kilómetros meta, aunque no para detener a un Yates imparable. Su arribo final junto al vasco a solo 31 segundos del británico marca su favoritismo latente en la general. 

También fue día de revanchas personales. La resaca del Tourmalet dejó la herida abierta a Nairo Quintana. El ciclista boyacense mostró su lado más flaco en el mítico ascenso y provocó una división en la que hasta Valverde le pegó algún palo. Quizá por eso decidió ser parte de la escapada desde inicio, mostrando que tiene con qué, pero evidenciando la estrategia del Movistar: se acabó la bicefalia. El líder es Mikel Landa y se corre para él.

Y si de flaquear se habla, el líder Julian Alaphilippe mostró su día más oscuro como dueño del maillot amarillo. Las 61 horas de recorrido que pesan sobre su general se ven amenazadas por nombres como Thomas, Kruijswijk, Pinot, Bernal y Landa. El francés del Groupama, por ejemplo, hoy se puso solo a 1'50'' de su compatriota del Deceunick Quick-Step. La difernencia entre el líder y el quinto (Bernal) es de apenas 2'02''. ¿Apretado? No. Lo siguiente. Pero mañana hay que descansar.