El maleficio de Nadal con la gira australiana

Rafa Nadal reapareció este fin de semana en el torneo de exhibición Mubadala de Abu Dhabi después de cuatro meses de baja recuperándose de su lesión congénita en el pie. El balear, pese a perder sus dos partidos, ante Murray y Shapovalov, acabó el torneo con buenas sensaciones y con la vista puesta en el ATP 250 de Melbourne. Tenía previsto viajar a finales de este mes pero el programa ya no se podrá llevar a cabo como estaba previsto.

Pero sus planes tendrán que esperar debido al positivo por covid-19 que ha comunicado hoy mismo el tenista manacorí tras realizarse los test PCR en su vuelta a España. Un contratiempo que llega a menos de un mes del primer grande de la temporada, el Open de Australia, por lo que la presencia de Rafa en la competición estará supeditada a la evolución.

No es la primera vez que el mallorquín se pierde el abierto australiano por problemas físicos. De hecho, esta sería la décima vez que un contratiempo acecha a Rafa antes o durante el campeonato. La más reciente, en la edición de 2021. Unos días antes de su debut ante Laslo Djere, justo cuando llegó a la burbuja de Adelaida Nadal comenzó a notar unas molestias en la espalda. Un problema que fue mejorando con cada ronda y que le llevó hasta los cuartos de final.

2007 trajo consigo el primer problema para Rafa. El manacorí se hizo daño en el glúteo y los isquiotibiales de la pierna izquierda en el duelo de cuartos ante Fernando González. Nadal siguió en pista pero perdió el partido en tres mangas.

Su primera retirada llegó en la temporada 2010, justo un año después de haberse proclamado campeón. Fue durante el partido de cuartos contra Andy Murray. Rafa sufrió una rotura fibrilar en la rodilla derecha que lo dejó fuera del torneo. En la misma ronda quedó apeado en 2011, cuando sufrió una rotura fibrilar en la inserción del isquiotibial de la pierna izquierda durante su partido ante David Ferrer.

Al año siguiente, en 2012, un pinchazo en la rodilla dio el susto antes de arrancar el torneo pero el balear pudo avanzar hasta la final, donde cayó ante Novak Djokovic en un duelo de casi seis horas. También alcanzó la lucha por el título en 2014 pero la espalda le jugó una mala pasada a partir del segundo set y le impidió disputar el encuentro ante Stan Wawrinka al máximo nivel. El suizo acabó haciéndose con el título.

Un lesión en el  psoas ilíaco de la pierna derecha le obligó a retirarse por segunda vez del torneo en 2018 y en 2019, un problema en el muslo de la pierna izquierda hizo que la preparación no pudiera ser la idónea y le hizo causar baja en el torneo preparatorio de Brisbane.