Bublik denuncia la hipocresía en el tenis y apunta a Djokovic

"Los malos somos los que rompemos raquetas, no los que piden tiempo médico sin estar lesionados", dice el kazajo

"No somos una gran familia en el circuito. Es muy difícil ser amigo de alguien a quien te vas a enfrentar después", asegura el tenista

Alexander Bublik haciendo rematando con el mango de la raqueta 

Alexander Bublik haciendo rematando con el mango de la raqueta / sport

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Alexander Bublik es uno de los tenistas del circuito más singulares y excéntricos. Un jugador de un gran talento que a su vez asume sus limitaciones a nivel de exigencia mental, consistencia y regularidad

En una entrevista reciente en el diario championat.com, ha hecho unas declaraciones sobre el mundo del tenis en el que pone los puntos sobre las íes y donde pone el dedo en la llaga sobre cuestiones que no se abordan cotidianamente. Chico rebelde e impredecible, el kazajo sabe de su gran potencial pero también de su irregularidad y falta de constancia. 

El kazajo ha completado la mejor campaña de toda su carrera, con dos títulos ganados en Amberes y en Halle, así como una meritoria cuarta ronda en Wimbledon: "Yo siempre quiero ganar, pero en el tenis nunca puedes predecir en qué momento vas a poder desplegar su mejor nivel. Puedes estar entrenando muy bien, pero el día del partido hay algo a nivel personal que te confunde y es imposible rendir. La gran diferencia entre el top-5 o top-10 con el resto, es que son capaces de ganar partidos sin tener un buen día, pero yo tengo muchos problemas con eso. Me cuesta sacar adelante partidos si no tengo buenas sensaciones, pero este año trabajé muy duro y pude rendir genial en varias semanas. Curiosamente, esas buenas semanas vinieron después de otras en las que jugué falta, o directamente ni competí".

Bublik reconoce que el tenis es ahora lo más importante de su vida: "Es un juego, una parte importante de mi vida y un sueño de la infancia hecho realidad. Quizá la gente crea que yo no quería esto, pero de niño me miraba al espejo y me veía a mí mismo compitiendo en los grandes estadios. Se me pone la piel de gallina al darme cuenta de que lo he conseguido. Si mi carrera terminara hoy, no me reprocharía nada a mí mismo, me iría con una sonrisa porque no tengo nada que demostrar a nadie. Mucha gente se escandalizaba hace años con las cosas que decía, pero ahora me entienden mucho mejor, también porque yo he evolucionado. Solo un tonto no es capaz de cambiar de opinión y yo me he dado cuenta desde hace un año y medio de que amo el tenis y que estoy viviendo un sueño".

Pero el kazajo asegura que el tenis no ocupa todo su tiempo: "Los tenistas tendemos a meternos en nuestra burbuja y consideramos que todo en la vida es el tenis, pero debemos salir ahí afuera y entender los problemas de los demás. Me gusta leer libros, ir al cine, al teatro. Hay que encontrar un equilibrio entre la vida real y la de tenista. Yo quiero jugar como a mí me gusta, si intento otra cosa acabaré roto mentalmente. La vida me ha dado la oportunidad de dedicarme a algo que me gusta y en lo que puedo elegir de qué manera trabajo".

Bublik no tiene reparos en asegurar que el tenis no es una gran familia: "No somos una gran familia en el circuito. Es muy difícil ser amigo de alguien a quien te vas a enfrentar después. Yo he aprendido a perder con más dignidad. Puedo insultarme a mí mismo, romper la raqueta y hacer tonterías, pero siempre intento no faltar el respeto al oponente. Luego hay mucho chivato. Si llegas al vestuario y te comportas mal debería venir un peso pesado a reprochártelo, pero en la actualidad, si eso se hiciera, el tenista iría lloriqueando a la ATP. Otro ejemplo son las trampas e interrupciones que se hacen durante los partidos. Ahora lo llaman juegos mentales. Pero los malos somos los que rompemos raquetas, no los que hacen trampas parando el juego para pedir un tiempo médico sin estar lesionados", confesó.

El kazajo se mostró también muy crítico con el hecho de que cada semana se juegue con diferentes bolas: "Es inconcebible que cada semana juguemos con pelotas diferentes. Cada vez somos más los que nos quejamos y espero que la ATP nos haga caso. En mi opinión, debería tener una bola para cada tipo de pista. Una para pista dura al aire libre, otra para pista dura indoor, otra para tierra y otra para hierba. Los mejores del mundo deben ejercer presión sobre esto porque solo si ellos protestan hay posibilidades de que las cosas cambien y podamos tener unas mejores condiciones para desempeñar nuestro trabajo".