Boris Becker: "Tengo la esperanza de que Roland Garros se juegue con espectadores"

El regreso paso a paso a la nueva normalidad es un hecho y poco a poco todo va tomando de nuevo el aire que abandonó con la aparición de la crisis del coronavirus. También el tenis está dando forma a una temporada que parecía prácticamente finiquitada.

El anuncio del nuevo calendario del circuito, que se iniciará en Whashington el próximo 14 de agosto y la inclusión de esta parte del calendario de dos Grand Slams como son el US Open (31 de agosto) y Roland Garros (27 de septiembre) fue recibido con gran entusiasmo por el mundo del tenis.

También el ex tenista alemán<strong> Boris Becker</strong> se alegró muchísimo con la noticia del regreso del tenis profesional, sobre todo en defensa de los jugadores de más bajo ranking quienes, lógicamente, dependen mucho más económicamente de la competición: “Me complace que continúe. Es importante que los jugadores puedan continuar con su profesión. El 99% de los jugadores dependen de los premios de los torneos. No tienen altos ingresos publicitarios ni protección”, recordó. 

Becker aseguró que “muchos tenistas han considerado buscar una profesión diferente. A veces ni siquiera se les permitía dar clases de tenis”, advirtió el alemán en el acto del inicio de las obras de su academia de tenis Boris Becker International tennis Academy en palabras que recoge www.hessenschau.de.

Roland Garros con público

El campeón de seis Grand Slams pero que nunca logró conquistar Roland Garros, fue muy optimista respecto al progreso del tenis tras el coronavirus: “Es una señal alentadora para la industria que está luchando por sobrevivir. Incluso tengo esperanzas de que el Roland Garros se lleve a cabo con espectadores“, dijo el ex tenista alemán de 52 años.

Su academia, un milagro

Boris Becker considera que poder inaugurar su academia ha sido poco menos que una gran suerte con la aparición de la pandemia del COVID-19:  “Es genial que la planificación pudiera seguir adelante pese a la crisis del coronavirus. El proyecto no se tambaleó, pero no hubo siempre la certeza de que pudiérmos seguir con nuestros planes”, dijo Becker. “Por lo tanto, es un pequeño milagro que estemos aquí hoy a pesar de la pandemia”, señaló ante s de que las excavadoras iniciaran la construcción del centro.