Sálvame

La crítica de Monegal: El corte de traje de Jack el Destripador

Más que la excitación sentimental de un grupo ante el último estertor de un programa, lo meditable es el ruido que han conseguido provocar

Sálvame.

Sálvame. / Ferran Monegal

Ferran Monegal

Entra dentro de lo normal la fiesta que han montado los de ‘

Salvame

’ (T5) para homenajearse a sí mismos en su último programa. Todos aparentemente emocionados, rótulos en plan ‘Sálvame es eterno’ o ‘Sálvame es libertad’, muchos videos de ‘mejores momentos’ del programa y sobre todo un particular homenaje a 

J.J.Vázquez, el líder de esta tropa, que curiosamente declinó participar.

Más que la excitación sentimental de un grupo ante el último estertor de un programa, lo meditable es el ruido que han conseguido provocar. Uno de los rótulos que aparecían en pantalla, resaltado con enorme devoción, fue esta frase atribuida a Paolo Vasile, el jefe de Mediaset España durante más de 25 años y que fue ‘consigliere’ personal del amo 

Berlusconi. Decía el eslogan: "En el futuro, se estudiará ‘Sálvame’". O sea, un intento de trascendentalidad. De hecho el propio Vasile no esperó a ese futuro para elevar a categoría el ‘pastiche’ que fabricaba cada tarde. Creó una telaraña de ‘hooligans’ en las redes sociales –se amplió luego a algunos medios de comunicación más convencionales– seguramente todos pensionados, que comenzaron a elaborar una literatura, una especie de ‘corpus’ analítico, con la pretensión de estudiar ‘Sálvame’ como si fuera un hito en la historia de la humanidad, similar al descubrimiento de la bombilla o de la ley de la palanca. Ahora, ante el último programa, el patético relato se ha agrandado. Pura libertad, le quitaron el corsé a la tele, locos geniales, creadores del ‘suspense’ televisivo, una fórmula absolutamente original, una enorme pluralidad... Son algunos de los elogios que les están dedicando. Lo que más se ensalza sobre todo es lo que llaman ‘el formato’. Es decir, las posturas, el ‘atrezzo’, la nevera, las entrevistas en el wáter... ¡Ah! Eso les pirra una barbaridad. Eso es como si analizando a Jack el Destripador lo resaltable, lo interesante, fuese el corte de traje que llevaba cuando procedía a descuartizar al personal. En fin, que la atención sobre el cierre de ‘Salvame’ ha sido extraordinario.

Esta semana se ha producido también otro cierre (lo explicó el 'TN' de TV-3), el de la acreditada empresa de hilaturas Gütermann, de Santa Maria de Palautordera. Casi 70 personas, a la calle. No han merecido estas familias una gran atención en el telehipódromo estatal. ¿Es demagogia lo que hago? Es el triste ejercicio de comparar lo que el foco televisivo resalta, y lo que les parece de poca importancia.