Alves, condenado a una pena mínima de 4 años y medio de cárcel por la violación del Sutton

Lee la condena a Dani Alves por su agresión sexual

Las reacciones a la resolución del 'caso Alves', en directo

¡Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de cárcel!

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Germán González / J. G. Albalat

El primer gran juicio de la ley del 'solo sí es sí' ya tiene sentencia. La Sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha condenado al futbolista Dani Alves a cuatro años y seis meses de prisión por agredir sexualmente a una joven de 23 años en los lavabos de la zona VIP de la discoteca Sutton de Barcelona, la madrugada del 30 al 31 de diciembre de 2022. La resolución llega dos semanas después de la celebración del juicio, en el que Alves, que está encarcelado desde el 20 de enero de 2023, sostuvo que fue "sexo consentido" y que esa noche había bebido mucho. La sentencia de la Audiencia de Barcelona puede ser recurrida ahora ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) y el Tribunal Supremo. El jugador brasileño salió este jueves a primera hora de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve de Sesrovires, para ser conducido a la Audiencia de Barcelona y, de esta manera, comunicarle en persona la sentencia.

LA CONDENA ÍNTEGRA DEL 'CASO ALVES' EN PDF

La fiscalía y la acusación particular, que ejerce Ester García en nombre de la víctima, pidieron 9 años y 12 años de prisión, respectivamente, para el exjugador del FC Barcelona por un delito de agresión sexual con penetración. La defensa de Alves, representada por la abogada Inés Guardiola, solicitó la absolución o, alternativamente, un año de cárcel y una indemnización de 50.000 euros por la aplicación de la eximente de estar bajo los efectos del alcohol, entre otros atenuantes, como reparación del daño, por consignar la cantidad reclamada, o vulneración de delitos fundamentales del jugador, por las supuestas filtraciones que, a su entender, provocaron indefensión al astro brasileño. El tribunal considera que la declaración de la víctima, apoyada por otras pruebas como la investigación de los Mossos d'Esquadra, los testimonios de las amigas y empleados de la discoteca, así como los informes forenses, son elementos suficientes para demostrar la culpabilidad de Alves.

La indemnización

Además de la pena, los magistrados imponen al jugador una indemnización de 150.000 euros para la víctima, cantidad que ya estaba consignada en el juzgado y que recibirá la denunciante cuando la sentencia sea firme. Pese a que se trata de una causa con preso, la sentencia contra el jugador brasileño se ha dictado en pocos días y antes de los previsto.

El tribunal, por lo tanto, no se ha creído la declaración del jugador, quien en el juicio afirmó que la denunciante, de 23 años entonces, había consentido las relaciones sexuales en el lavabo de la discoteca. "No me dijo ni que parara, ni que no quería. Estábamos disfrutando los dos ahí, ya está, nada más", señaló el jugador brasileño. Finalmente el tribunal ha impuesto un duro castigo a Alves por lo que, por ahora, seguirá en la cárcel.

Los hechos se remontan a la madrugada del 30 de diciembre del año pasado, cuando Alves voló a Barcelona. Ese día llamó a su amigo Bruno y quedaron para cenar. Encargaron mesa en un restaurante y después acudieron a la discoteca Sutton, en la calle de Tuset. Se sentaron en una mesa del reservado denominado Moët, la cual tiene acceso a una ‘suite’ sin cámaras y que cuenta con un gran sofá, un televisor y una nevera. En el pasillo que comunica una estancia con otra a través de una escalera, y justo a la entrada del mismo, hay un baño minúsculo.

El lavabo de la zona VIP

Sobre las dos de esa madrugada, la víctima, acompañada de su prima y una amiga, entró en la discoteca. Se dirigieron a la sala central y, después, accedieron a la zona reservada. Al cabo de unos minutos, Alves, que era cliente habitual de la discoteca, invitó al grupo a una copa (primero rechazada) con ellos. La víctima asegura que no sabía quién era el procesado. Durante unos minutos estuvieron los cinco bailando y hablando, si bien el futbolista se acercaba cada vez más a la víctima y la abrazaba, según la acusación. Al cabo de unos minutos, el futbolista se dirigió a la puerta del pasillo que comunica con la Suite y accedió a su interior. Desde allí indicó a la joven que se acercara.

Ella pensó que era otra zona VIP, pero el jugador la introdujo en el pequeño aseo y cerró la puerta. Al verse en ese cubículo, la mujer pidió a Alves, siempre según la versión defendida por las acusaciones, que la dejara salir. El exfutbolista la agarró de la cintura, la sentó encima de él y la tiró al suelo, intentando que le hiciera una felación. La mujer se resistió y él le propinó varias bofetadas en la cara. Ante esta negativa, el deportista la levantó del suelo, la colocó inclinada sobre el retrete y la agredió sexualmente. La discoteca puso en marcha el protocolo de actuación de agresiones sexuales tras explicar la víctima a unos empleados lo que había sucedido.