La vieja ‘Vecchia Signora’

Una investigación de la Fiscalía de Turín termina con el reinado de Andrea Agnelli, uno de los más exitosos de la historia de la Juventus

Agnelli dimitió, pero seguirá participando en el club y, sobre todo, en la Superliga

Andrea Agnelli, Pavel Nedved, Maurizio Arrivabene y Federico Cherubini en un partido de la Juventus

Andrea Agnelli, Pavel Nedved, Maurizio Arrivabene y Federico Cherubini en un partido de la Juventus / AFP

Adrià Soldevila

Adrià Soldevila

Nueve Scudetti, cinco Coppe y dos finales de Champions en 12 años es el legado deportivo de Andrea Agnelli como presidente de la Juventus. El cuarto miembro de la familia Agnelli que lidera el consejo de administración termina su período marchándose por la puerta de atrás y con la sombra de una gestión negligente en sus últimos años tras la investigación abierta por la Fiscalía de Turín sobre un supuesto falseamiento en las cuentas del club.

Un delito que el mismo Agnelli niega haber cometido, pero un hecho por el que el máximo mandatario juventino y todos sus compañeros del consejo tomaron la decisión de renunciar al cargo esta misma semana, la última de un noviembre convulso para una entidad que ya quedó salpicada hace más de una década por el famoso Calciopoli, un escándalo que terminó con el descenso a la Serie B de una Juventus que nunca en su historia había disputado la segunda división.

En aquel caso, el presidente era Franzo Grande Stevens, quien también acabó despojado de su condición de máximo responsable de un club que lideró una manipulación arbitral junto con el Milan, la Fiorentina, la Lazio y la Reggina, pero que se llevó la peor parte al descender de categoría y perder los campeonatos conquistados en los cursos 2004-05 y 2005-06.

Agnelli dimitió el pasado lunes por un asunto que nada tiene que ver con el área deportiva de la Juventus, pero que pone en entredicho la excelencia en la gestión de la que parecía gozar el presidente ‘bianconero’. Adorado entre los socios y respetado profesionalmente por los dirigentes europeos –otro asunto es su vinculación con la Superliga–, su dimisión cogió con el pie cambiado a casi todos.

No tanto a los políticos italianos, que ya preveían movimientos en varios clubes del país, no solamente en la Juventus, como así adelantó el ministro de Deportes, Andrea Abodi: “La situación de la Juventus es solo la punta extrema y, en cierto modo, hasta extraordinaria, de un fenómeno respecto al que no podemos mirar para otro lado, porque probablemente la Juventus no sea la única. Es hora de poner orden e ir a por todas”. Pero, ¿qué ha pasado para que Agnelli y 12 directivos más hayan renunciado de la noche a la mañana? “Han interpretado las reglas de una manera demasiado particular”, declaró el ministro.

El 24 de octubre, la Fiscalía de Turín pidió a la Juventus una reformulación de cuentas, al darse cuenta –junto a la Consob (la Comisión Nacional para las Empresas y la Bolsa)– de que los números de las temporadas 2019-20, 2020-21 y 2021-22 podían haber sido falseados. Los fiscales Ciro Santiorello y Mario Bendoni, expertos en derecho penal económico, junto al fiscal adjunto Marco Gianoglio, llegaron a dos conclusiones: las plusvalías por traspasos de jugadores son ficticias y provocaron un crecimiento irreal de los ingresos; y en segundo lugar, la rebaja de salarios durante la época más dura de la COVID-19 no fue realmente una rebaja, sino un diferimiento salarial que no se computó en las cuentas y que acabó falseando unos gastos que sí existieron.

Los trueques, bajo lupa                                                              

Vecchia Signora

Un intercambio que levantó sospechas desde el primer día y que estaría incluido en esa falsificación de beneficios contables por los que la Fiscalía regional pide la Fiscalía General que lleve a Agnelli, a Pavel Nedved y a sus once compañeros a juicio por falsa comunicación corporativa, manipulación del mercado, declaraciones fraudulentas con uso de facturas inexistentes y obstrucción a las autoridades de vigilancia.

Al ser una entidad que cotiza en bolsa, el control económico externo de la Juventus es más férreo y sus incumplimientos pueden provocar que la ley entre con mano dura contra sus dirigentes. Como así ha sucedido. Ante las acusaciones, Agnelli y el propietario del club, John Elkann –primo del presidente–, negaron haber falseado las cuentas, aunque la Fiscalía descubrió varios acuerdos individuales con futbolistas en los que se evidenciaban unos diferimientos salariales declarados previamente como recortes de sueldo.

Las autoridades encontraron un acuerdo privado con Cristiano Ronaldo por el que el jugador portugués debía percibir cerca de 20 millones de euros correspondientes al aplazamiento de su salario, una cifra que se ocultó en las cuentas de la temporada y que se restó de los gastos. “Hay elementos concretos para creer que los jugadores, de acuerdo con el club, han renunciado a recibir, conjuntamente en el período de pandemia, solo un mes de salario y no cuatro. Los tres meses restantes no serían renunciables, sino diferidos a los años siguientes”, escribieron los investigadores en su escrito de acusación.

¿Y la Superliga?

El próximo 15 de diciembre, el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Athanasios Rantos, dará a conocer su veredicto no vinculante acerca de si la UEFA ejerce abuso de poder en el bloqueo de competiciones alternativas a las actualmente oficiales, aunque la sentencia final no llegará hasta 2023.

Uno de los máximos defensores de la Superliga es, precisamente, Andrea Agnelli, quien por ahora sigue en el cargo de vicepresidente del torneo liderado por Florentino Pérez y apoyado por Joan Laporta. ¿Qué hará ahora Agnelli? El empresario turinés no se va para siempre. Ni mucho menos. De hecho, sigue conservando el 11% de acciones de Giovanni Agnelli BV, empresa que posee la mayoría del paquete accionarial del consorcio Exor, el holding creado por el fundador de Fiat en 1899 y que mantiene la propiedad de la Juventus en manos de la familia.

De la misma manera que Agnelli no abandona del todo la Juventus, tampoco lo hará en la Superliga. Según aseguraron varios medios italianos, el expresidente de la ‘Vecchia Signora’ tiene intención de participar activamente en el proyecto, que desde el lunes se encuentra en Bruselas con la intención de explicar sus ideas de futuro a los políticos del Parlamento Europeo.

A la UEFA, la dimisión de Agnelli no le provoca ni frío ni calor. El máximo organismo del fútbol europeo es consciente de que el poder de la familia en la Juventus sigue siendo indiscutible pese a que Elkann haya nombrado a Gianluca Ferrero como presidente, y ya ha iniciado acciones para conocer si el club ‘bianconero’ ha vulnerado el Fair Play Financiero de los últimos años, tomando como base las investigaciones de la Consob y de la Fiscalía de Turín. La gestión de la Juventus, 15 años después del Calciopoli, vuelve a generar dudas. Vuelve a ser más nera que bianca.