La vila contra el poble

El fútbol emergió como fenómeno cultural por la relación emocional del público con quien lo practicaba

¿Qué queda hoy de aquella esencia? El 'business' lo ha devorado todo. Impera el show. El cliente, antes que el aficionado

Europa - Sant Andreu

Europa - Sant Andreu / CE Europa

Àlex López Vendrell

El fútbol nació hace más de 150 años como mero pasatiempo. Pronto creció, como fenómeno de masas, como herramienta para representar a una comunidad, a un colectivo. Se multiplicaron sus aficionados, atraídos no por la belleza del juego, sino por querer ver a los suyos honrando a su barrio, a su pueblo o a su ciudad. Representándolos. El fútbol emergió como fenómeno cultural por la relación emocional del público con quien lo practicaba.

¿Qué queda hoy de aquella esencia? El business lo ha devorado todo. Impera el show. El cliente, antes que el aficionado. Y el cliente global, antes que el local. El sentimiento de pertenencia desapareció hace mucho de las hojas de cálculo de los mandamases, priorizando un espectáculo impersonal y deslocalizado en el que cuanto más dinero se pueda derrochar, mejor. El Mundial de Catar es la última gota, que parece no haber colmado todavía este rebosante vaso.

Pero quizá sí quede algo de aquella esencia. En los últimos tiempos, mientras la élite ha ido desalmando sus gradas, un fenómeno inverso ha emergido en las categorías modestas. Las viejas tribunas de cemento han ganado centenares de nuevos adeptos, muchos de ellos jóvenes, que se agarran al fútbol popular como último reducto para regresar a lo auténtico. Buena prueba de ello la encontramos cada domingo en el Nou Sardenya o en el Narcís Sala, feudos de dos históricos clubes barceloneses fundados hace más de 100 años: el CE Europa y la UE Sant Andreu.

La Vila de Gràcia y el pueblo de Sant Andreu del Palomar fueron municipios independientes hasta que se anexionaron a Barcelona, el mismo día, el 20 de abril de 1897, con el Decreto de Agregación. Una historia se mantiene latente entre los aficionados graciencs y andreuencs, que hacen del sentimiento identitario su gran bandera. “Ser aficionado de un grande es más sencillo. Ser del equipo de un pueblo o de un barrio, tiene mucha más grandeza”, reivindica el mediapunta Carlos Josué Rodríguez ‘Josu’, buque insignia del Sant Andreu.

En la Vila también lo tienen claro, a juzgar por los cánticos de sus aficionados: Ser de Barcelona és molt fàcil, ser de Gràcia és molt millor. Y es que ambos clubes han vivido siempre a la sombra de Espanyol y Barça, olvidados en lo mediático y en las ayudas municipales, peleando por mantenerse con vida.

El CE Europa se fundó en 1907, fruto de la fusión entre el Provençal y el Madrid de Barcelona; por su parte, la UE Sant Andreu reivindica su nacimiento en 1909, como heredero del Club Zeta, a pesar de que no hay un registro oficial. En esas primeras décadas tuvieron lugar multitud de enfrentamientos que empezaron a sembrar la histórica enemistad. Pero no fue hasta los 80 cuando se forjó de verdad la rivalidad. Por entonces, otros dos históricos de la capital catalana, la UE Sants y el CE Jupiter, sufrían una gran crisis deportiva que propició que Europa y Sant Andreu pugnaran por ser el tercer equipo de Barcelona.

Algo que se ha mantenido hasta hoy, con una igualdad absoluta: se han enfrentado en 95 ocasiones, con 37 triunfos de los ‘quatribarrats’, 34 de los ‘escapulats’ y 24 empates. El derbi de ‘la vila contra el poble’ es ya uno de los más calientes del fútbol humilde. “En Catalunya no se ve este ambiente en ningún partido de ninguna categoría”, asegura el defensa Àlex Cano, capitán y referente de los de Gràcia. Y tiene razón: este domingo habrá un lleno absoluto con una destacadísima presencia de afición visitante, para quien se han vendido 580 entradas. “Que un equipo de cuarta división consiga vender tantas entradas en menos de 24 horas es la mejor victoria que uno puede tener como jugador”, reflexiona ‘Josu’.

La igualdad se mantiene esta temporada. El Europa la ha comenzado de forma imperial, con ocho victorias consecutivas; pero con tres tropiezos en las últimas tres jornadas ha visto como su máximo rival se ha situado a tan solo dos puntos. Primero y segundo disputarán mañana uno de los derbis más trascendentales de los últimos años. “Viviremos la verdadera fiesta del fútbol catalán. Gràcia se volcará con su equipo”, celebra Cano.

Y sí, habrá ambiente festivo, encuentros con vecinos y bocata con cerveza en el bar de la Chus; pero también habrá más tensión que nunca. “Los derbis contra el Sant Andreu son los partidos más especiales del año y los que más ganas tenemos de ganar”, añade el capitán. Y ‘Josu’ tampoco se amedrenta: “Nosotros vamos convencidos a por la victoria”. Está en juego el liderato, sí. Pero el que realmente gana es el fútbol de verdad.  

CE EUROPA-UE SANT ANDREU

BARCELONA

41°22’57’’N 2°10’37’’E

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Población

1,6 millones de habitantes

Categoría

Segunda Federación

Distancia entre estadios

3,7 km: del Narcís Sala (aforo, 6.550) al Nou Sardenya (aforo, 4.000)

Otros barceloneses centenarios

CE Jupiter 

Fundado el 12 de mayo de 1909 en la Cervecería Cebrián del Poble Nou, en sus orígenes estuvo muy ligado a la ideología antifascista. Vivió sus mejores años en la década de los 30, cuando llegó a jugar dos temporadas en Segunda. Hoy está en Segunda Catalana.

 FC Martinenc

Fue fundado también en 1909 en el barrio de El Clot, pero representa al Guinardó desde que se mudó al Municipal, recinto que alberga todos los veranos desde 1984 el emblemático Torneig dels Històrics. En la actualidad está en Primera Catalana.

 UE Sants y UA Horta

Los otros dos clubes históricos de la ciudad celebran este año su centenario. Ambos se fundaron en 1922 y nunca han ascendido más allá de Tercera. El Sants juega esta temporada en la categoría equivalente (2ª RFEF) y el Horta lo hace en Primera Catalana.

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