Londres más allá de la Premier

El Fulham es el decimoctavo clasificado de la Premier League a cinco puntos de la salvación

El Fulham es el decimoctavo clasificado de la Premier League a cinco puntos de la salvación / AFP

Aitor Lagunas

Aitor Lagunas

Con más de 15 millones de personas dentro de su área metropolitana, Londres constituye una de las capitales del mundo. Globalizada antes que ninguna otra urbe, metrópoli de la revolución industrial y de la cultura pop, en sus calles se hablan unos 300 idiomas, reflejo del enorme imperio colonial que durante siglos bombeó sus barcos desde o hacia las orillas del Támesis. Pero no todo es historia en la vieja capital británica. Un dato avala su vigor económico: si la ciudad fuese un estado independiente su producto interior bruto le convertiría en el 20º país más rico del planeta. Hablamos, pues, de una ciudad tan rica como Suiza, refugio de millonarios del más variado pelaje y de currantes de los más diversos orígenes, sede de una monarquía de rancio abolengo y de una vibrante escena cultural, capital multiétnica y rabiosamente británica, icono del turismo selfie de bajo coste, con los rascacielos de la City bursátil elevándose sobre decenas de barrios working class de ladrillo rojo. This is London.

Y no lo olvidemos: para los amantes del balón Londres no deja de ser la ciudad que le dio el fútbol al mundo. En una de sus tabernas un grupo de pioneros transformó una práctica bruta en un deporte reglado hace 159 años. El balompié resulta tan londinense como el palacio de Buckingham o los autobuses de dos pisos. Esta temporada 13 de sus clubes actuan en las cuatro categorías del fútbol profesional inglés, la mitad de ellos en la Premier. Londres se ha convertido en un hub futbolístico de primera magnitud: una ciudad en la que cada fin de semana se disputan media docena de partidos profesionales supone un inmenso reclamo para los representantes de jugadores y secretarios técnicos de medio mundo.

El balón apenas constituye un elemento más de lo inabarcable de Londres. Al tratarse de una capital tan grande (y diversa) conviene trocearla para delimitar su rico mapa de rivalidades. Así, el gran enfrentamiento del norte es el Arsenal-Tottenham, y sus casi derbis en la élite. El sur londinense vibra con el Crystal Palace y sus duelos con el siempre áspero Millwall. Este último club mantiene asimismo la más intensa -y en ocasiones, desagradable- rivalidad de toda la ciudad: contra el West Ham, que a pesar de lo que pueda indicar su nombre se erige en el principal conjunto de los barrios del este, en donde también compite el Leyton Orient. ¿Y en el oeste?

 La sombra del Chelsea

Queens Park Rangers, Fulham y Chelsea constituyen el triángulo dominante en los acomodados barrios de West London. A ellos se suma el Brentford, que este curso debuta en la Premier tras ocho décadas sin asomarse por la máxima categoría. El escenario tradicional de las rivalidades en esa zona saltó por los aires tras el desembarco de Roman Abramovich en el Chelsea en el verano de 2003. Los petrorrublos del oligarca acabaron de distanciar a los 'Blues' de sus dos enemigos clásicos, hasta el punto de que -cinco títulos de la Premier y dos Champions mediante- la afición de Stamford Bridge considera hoy que su club es más digno de rivalidades con otros clubes como Arsenal, Tottenham, Liverpool o Manchester United.

Entre otras cosas porque mientras el Chelsea se acostumbró al caviar y al vodka, en Loftus Road y Craven Cottage no han logrado alejarse del fish and chips y la pinta de cerveza. Salvo el breve periodo entre 2011 y 2013 -primera y única coincidencia de los tres conjuntos en la Premier-, lo habitual es que Fulham y QPR se vayan turnando de manera fugaz en la máxima categoría. Este año ambos vuelven a coincidir en la Championship, esa especie de limbo interminable (24 equipos y play-offs finales) previo al paraíso futbolístico y económico que representa la Premier League.

Cerca de regresar a ella parece el Fulham, subido a las espaldas de Aleksandar Mitrovic y sus 35 goles en 35 partidos. Llegarán los 'Cottagers' como líderes al derbi, mientras que los dueños de Loftus Road ocupan el sexto puesto, el último que da acceso al play-off de ascenso. Del partido de la primera vuelta el Fulham salió victorioso (4-1) como ya pasara también en los tres derbis anteriores, dos de liga y otro de FA Cup. Por estadios, masas sociales e historia se trata de un derbi futbolísticamente equilibrado y civilizadamente disputado, en una ciudad apasionante a la que es fácil y barato volar, y que en dos semanas llegarán en la zona alta de su liga. En resumen, un buen plan de fútbol inglés para quienes deseen ir un poco más allá del oropel de la Premier.