El show de un escogido: el más brasileño del Bernabéu fue Lamine

Lamine Yamal jugó ante Brasil y en el Bernabéu, pero pareció estar en el recreo con sus amigos. En el día de Vinicius los lujos fueron de Lamine. De nuevo con esa asombrosa naturalidad con la que convierte lo extraordinario en algo habitual con solo 16 años. "Intento jugar relajado", aseguró con media sonrisa tras el encuentro.

Otra vez con esa sensación de no ir nunca al límite. Lamine creció viendo vídeos de Neymar pero flota por el campo como el mejor Henry. Lo comprobó Brasil muy pronto porque el azulgrana convirtió cada jugada en un desafío con Joao Gómez. El brasileño se empleó con dureza en varias ocasiones, pero se vio superado por las fintas y la determinación de Lamine.

El extremo, que formó delantera con Morata y Nico Williams, fue un incordio absoluto para Brasil. Especialmente en una primera parte fulgurante donde provocó un penalti que convirtió Rodri. Un ligero contacto que penalizó el colegiado y que adelantaba a España. Minutos más tarde dio una asistencia a Olmo, que el jugador del Leipzig convirtió en una obra de arte. Un caño estratosférico primero, un recorte delicado después y un remate a la escuadra.

El gol de Rodrygo tras un gran error de Unai Simón no empañaba una primera mitad muy plástica de España. Los números de Lamine en el descanso explicaban su impacto en el partido: 1 penalti provocado, 1 asistencia, 3 de 3 en regates, 7 pases completados con éxito de 8 y cinco duelos de 9 ganados.

Más detalles en la segunda parte

Lamine arrancó la segunda mitad con una marcha menos. Brasil parecía haber encontrado soluciones para frenar al azulgrana con más ayudas. Pero con el paso de los minutos Lamine volvió a conectarse al encuentro desplegando una variedad de recursos técnicos espléndidos. Uno de los más llamativos, un golpeo delicado con el tacón que convierte en caños venenosos.

El día que España jugó contra la canarinha fue Lamine el jugador que pareció más brasileño del encuentro. A pesar de la etiqueta de amistoso, el partido se compitió con la tensión de los encuentros oficiales.

Lamine no se cansó de intentarlo en la banda derecha en ocasiones con croquetas imaginativas, siempre con gestos técnicos escandalosos. Suyo fue el pase con el exterior, al más puro estilo Cancelo, a Carvajal que supuso de nuevo penalti. Lo convirtió otra vez Rodrigo cuando el partido se apagaba. Pero Brasil, que nunca se rindió, empató en el último suspiro. Antes, Endrick también ya había dejado su selló en la que será su casa. El ariete alzó la voz con un gol, pero fue Lamine el más brasileño del Bernabéu.