Georgia y Chipre, dos rivales teóricamente asequibles que marcarán el futuro de De la Fuente

El riojano ha pasado de salir reforzado de la Nations a tocado por el 'caso Rubiales'

Con tres puntos en dos partidos, España no lo tendrá fácil para ganarse una plaza en la Eurocopa de 2024

Luis de la Fuente en la rueda de prensa previa al encuentro ante Georgia

Luis de la Fuente en la rueda de prensa previa al encuentro ante Georgia / EFE

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Dos rivales, teóricamente asequibles, pueden definir el futuro de Luis de la Fuente al frente de la selección española: Georgia y Chipre, los dos próximos partidos de España -en Tblisi y en Granada- podrían cuestionar seriamente la continuidad del técnico riojano en caso de que España no sume los seis puntos.

Dos factores confluyen para que De la Fuente esté bajo sospecha: el primero es puramente deportivo, ya que España no tiene una posición ni mucho menos ventajosa en el grupo de clasificación para la Eurocopa.

La selección ha ganado un partido (ante Noruega) y ha perdido otro (Escocia). Tiene tres puntos y ocupa la cuarta plaza del grupo, por detrás de Escocia (líder), Georgia y Noruega, aunque el hecho de haber jugado la fase final de la Nations deja a España con solo dos partidos jugados, por el momento, mientras que Escocia y Noruega (a priori los grandes rivales) ya han jugado cuatro encuentros.

Los dos primeros del grupo tienen asegurada una plaza en la próxima Eurocopa: España, al ser finalista de la Nations, tiene asegurada la repesca en caso de ser tercera o incluso cuarta del grupo.

La derrota en Escocia, en el estadio de Hampden Park, dejó tocado a De la Fuente, aunque tres meses después, España logró sobreponerse a las circunstancias para alzar la Nations League en Rotterdam, el primer título de la selección en trece años. La Nations reforzó a De la Fuente.

Bien en césped, inseguro ante la prensa

Pero lo ocurrido sobre el césped, con una España capaz de doblegar a Croacia en la final, quedó diluido por el 'escándalo Rubiales': De la Fuente, salpicado por el caso por sus aplausos a Rubiales durante la asamblea, se vio obligado a pedir disculpas y a desmarcarse claramente del presidente (ahora suspendido) de la RFEF.

El 'caso Rubiales' ha dejado a De la Fuente en una posición de debilidad: en sus últimas comparecencias públicas se le ha visto inseguro y dubitativo, consciente de que su margen de error es mínimo. Ha medido tanto sus palabras que su discurso se ha visto reducido a la mínima expresión.

Como ocurre con (casi) todos los entrenadores, serán los resultados los que marquen su futuro. Si España solventa sus dos próximos partidos, De la Fuente respirará tranquilo y afrontará los dos próximos compromisos (ante Noruega y Escocia, dos rivales mucho más exigentes) con más tranquilidad y confianza. Si no es así, quedará en una posición de extrema debilidad.