Ansu Fati: recuerda mi nombre

Un minuto y 26 segundos. No necesitó más Ansu Fati en su debut como titular con la selección española para demostrar por qué está donde está con solo 17 años y 311 días. El futbolista blaugrana, que sigue batiendo récords de precocidad también con la selección, recibió un balón escorado en la banda izquierda en tres cuartos de campo y, sin pensárselo dos veces, se dirigió hacia la portería de Pyatov. Encaró a Kryvtsov, le amagó el balón con un regate de espuela y el defensa ucraniano cayó en la trampa. Penalti a favor de España y primera demostración del potencial que atesora el canterano del Barça.

Tiene condiciones, descaro y toma buenas decisiones sobre el cesped. Con esos ingredientes el joven extremo está capacitado para lograr lo que se proponga en el mundo del fútbol y no desaprovechó su primera gran oportunidad con la absoluta para ofrecer lo mejor de su repertorio. Probó fortuna en el 18' con un tiro desviado, asistió a Gerard Moreno un minuto después en otra gran ocasión de gol, regateó a dos defensas y remató desviado en el 24' y estuvo a punto de marcar de chilena en el 25'. Todo, antes de dejar su firma para la historia en el 32'.

Recibió un balón en la frontal, esperó que su compañero le fijara al adversario, se abrió espacio para su pierna derecha y con un latigazo al palo largo, logró convertirse en el goleador más joven en toda la historia de la 'Roja'. Una auténtica exhibición en una primera parte para enmarcar en la que dejó a todos los presentes en Valdebebas, empezando por Luis Enrique, boquiabiertos.

En la segunda, Ansu siguió jugando a buen nivel y a punto estuvo de cerrar su partido -jugó los 90 minutos- con un doblete. No lo hizo, aunque tampoco hizo falta en el triunfo contundente de España ante Ucrania (4-0) con el que los de Luis Enrique se sitúan líderes de su grupo, con un equipo lleno de sabia nueva en el que brilló el joven azulgrana.

EL FUTURO DEL BARÇA

Su exhibición ante Ucrania confirma de lo que es capaz Ansu Fati, un futbolista sobre el que debería edificar el Barça no solo su futuro, sino también su presente más inmediato. El club haría bien en asegurar su continuidad y aprovechar los últimos meses de Leo Messi de blaugrana para completar un relevo generacional de ensueño.