El 1x1 azulgrana de la 'Roja' en la Eurocopa

Se genere el ruido que se quiera generar, la Eurocopa de la selección española ha sido buena. Bastante buena. No partía ni entre las cinco primeras favoritas antes de arrancar el torneo en las casas de apuestas. Una plantilla repleta de debutantes, sin grandes estrellas, lejos del nivel y de los nombres de Francia, Inglaterra o incluso Portugal. Alcanzar las semifinales y caer en la tanda de penaltis siendo superior a tu rival es un papel mucho más que digno.

Luis Enrique, que ha luchado contra viento y marea, con una personalidad pasmosa, sin preocuparle lo más mínimo las críticas a un u otro jugador (partiendo que las que se dirigían a él mismo le han entrado por una oreja y le han salido por la otra), ha logrado armar un bloque que se ha ido consolidando. Un equipo que a base de pundonor y fe ha ido avanzando rondas hasta alcanzar una cota que da pie a creer en cosas grandes. 

LA RELEVANCIA AZULGRANA

Y en todo ese conglomerado, las cuatro piezas del FC Barcelona de las que disponía han sido determinantes. Antes de que todo esto arrancara, sabíamos que muy probablemente Busquets y Jordi Alba, por su experiencia y contrastado rendimiento, serían importantes. El positivo del de Badia lo torció un poco todo, pero a su regreso se erigió en un pilar. Y Jordi tenía que pugnar con Gayà por un lateral izquierdo en el que finalmente el de L’Hospitalet se ha hecho amo y señor. 

Lo que esperábamos menos quizás es lo de Eric Garcia y Jordi Alba. El primero básicamente porque apenas había jugado los últimos meses con su club; el segundo, porque a pesar de su tremenda explosión en el Barça tenía (tiene, vaya) 18 años. ¿Quién carajo iba a pensar que un adolescente podía convertirse en un faro, en un líder de una selección que iba a plantarse entre las cuatro mejores de Europa? De locos. 

SERGIO BUSQUETS

El de Badia recibió un palo el pasado 6 de junio. A ocho días para que España debutara en la Eurocopa, daba positivo por COVID. Uno de los ejes centrales para ‘Lucho’ se perdía, seguro, el duelo inaugural ante Suecia y muy probablemente el segundo ante Polonia. Algunas voces sugirieron al técnico asturiano que lo relevara por ese gran hándicap, pero prefirió aguantarlo. Y a partir de su regreso, en el 5-0 contra Eslovaquia, el centrocampista azulgrana se convirtió en uno de los cimientos de la ‘Roja’.

Imprescindible en las transiciones defensa ataque, magnífico al corte e incluso estirándose y llegando desde segunda línea aprovechando la figura de Koke a su lado como escudero. Frente a Italia en semis tuvo en sus botas el 1-2 en la segunda mitad, pero su disparo se marchó ligeramente desviado. Una Eurocopa de 8. 

JORDI ALBA

Con Busquets en fuera de juego, el de L’Hospitalet quedaba como capitán y más experimentado futbolista del vestuario. Fue titular en los tres primeros partidos rayando a buen nivel. No tan relevante como en el Barça, donde su conexión con Messi prácticamente da tangibles en cada partido, pero aportando mucho en ataque y rindiendo bien en la parcela defensiva.

Buen entendimiento con Pedri en ese costado izquierdo y con Ferran o Dani Olmo, según ha ido tocando. Tan solo ‘tembló’ el puesto frente a Croacia en octavos, cuando ‘Lucho’ apostó por Gayà. Las molestias del jugador Valencia y la experiencia de Jordi volvieron a pesar tanto ante Suiza como Italia. Una Eurocopa de 7. 

ERIC GARCIA

Ya fue una sorpresa que Luis Enrique apostara por incluirlo en la lista a pesar de que apenas había jugado un par de partidos en 2021. Tras anunciar que no iba a renovar su contrato con el City, Pep lo relegó al ostracismo. Esa inactividad pudo pesar, pero la verdad es que el seleccionador lo tenía claro. Eric viajaba. Y no solo eso, sino que ha terminado teniendo una relevancia muy por encima de lo esperado. Tres titularidades, entre ellas frente a Croacia en octavos e Italia en semifinales.

Se ha complementado muy bien con Laporte, más cómodo con él al lado que con Pau Torres ya que podía jugar por su costado natural, el zurdo. Su inteligencia, su colocación, su lectura del juego, le han valido al catalán para suplir ese físico poco habitual para un central en el fútbol de élite. Sin hacer ruido, ha dado un recital de anticipación, de sacar limpio el balón y de astucia frente a atacantes de primerísimo nivel. Una Eurocopa de 8. 

PEDRI GONZÁLEZ

Difícil describir lo del tinerfeño. Sí, venía de hacer un año fantástico en el Barça. Con 17-18 años había experimentado una explosión sin precedentes. Una mezcla de calidad y madurez tremendas. Se había ganado sin lugar a dudas el estar en la lista. Llegaba fundido tras jugar más de 50 partidos de azulgrana. Sabíamos que a Luis Enrique le gustaba mucho y que tenía opciones de ser titular. Pero lo que ha terminado pasando ha superado (una vez más) todas las expectativas.

El de Tegueste ha sido el faro, el líder sobre el verde de una selección a la que él ha hecho bailar a su son. Recital de pases imposibles, de triangulaciones, de trabajo. El Pedri en el Barça se ha erigido incluso en algo más sin la figura de Messi al lado. Ha entendido que en un combinado sin grandes estrellas era necesaria una figura que llevara el peso en tres cuartos de campo. Se ha entendido genial con Dani Olmo (canterano azulgrana y otro de los grandes destacados del torneo), con su amigo Ferran Torres. De nuevo ha sido una delicia verle. Sus lágrimas ante Italia son el mejor indicio de que España tiene líder para muchísimo tiempo en las botas del canario. Una Eurocopa de 9.