Roland Garros no será lo mismo este año

Aunque hasta el próximo domingo no empezaremos a disfrutar de los mejores tenistas del mundo sobre la tierra batida de Roland Garros, el pasado lunes ya se inició la competición en el ‘grande’ parisino con el arranque de las fases previas masculina y femenina. Esta edición de 2020 será única por los numerosos cambios que aparecen en el horizonte, tanto a nivel estructural como a nivel funcional.

El primero es una obviedad: el cambio de fechas del torneo. Trasladar el evento de finales de mayo (en concreto del 24 de mayo al 7 de junio) a finales de septiembre y comienzos de octubre (del 27 al 11 de octubre) provocará un cambio sustancial en las condiciones atmosféricas. Menos calor y más frío en esta época del año. La organización ha calculado que durante el torneo la media de temperatura descenderá entre cuatro y cinco grados y habrá vientos más intensos que los de verano.

WILSON POR BABOLAT

En segundo lugar, otro de los cambios que dará que hablar es el de las pelotas. Sí. La dirección del torneo decidió cambiar de proveedor tras ocho años de colaboración con Babolat. Ahora las proporcionará Wilson y algunos ya las califican de ‘anti Nadal’.

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Desde París, según ha podido saber SPORT, algunos protagonistas aseguran que el bote de la pelota beneficia más a los tenistas con un estilo más plano ya que no cogen los efectos como sus predecesoras, un hecho que podría jugar en contra de los intereses de Rafa acostumbrado a ellos.

AFORO LIMITADO, TECHO RETRÁCTIL Y LUZ ARTIFICIAL

En tercer lugar, la presencia limitada de espectadores en las gradas de la Philippe-Chatrier y, en definitiva, de todo el recinto francés puede acompañar a las temperaturas y desangelar, todavía más, el evento galo. Solo podrán entrar 5.000 espectadores por jornada. Precisamente, la central del recinto francés presenta otra novedad, aunque en este caso para el beneficio de todos. 

Este mismo año se acabó de instalar el techo retráctil que costó alrededor de 40 millones de euros de los 200 invertidos en todo el recinto y que permitirá que los partidos continúen en esa pista aunque la lluvia haga acto de presencia sobre la capital francesa. Con este cambio los cuatro Grand Slams ya cuentan con, al menos, una pista cubierta. 

También posibilitará jornadas nocturnas con luz artificial, aunque esta novedad está prevista aplicarla a partir de la edición de 2021. En 2020 solo se disputarán partidos bajo techo si aparece la lluvia y se aprovechará la luz artificial para los partidos de los últimos turnos.

Los tenistas no podrán viajar con todo su equipo de trabajo por las normas impuestas por la FFT para el torneo ni tampoco podrán visitar París al estar aislados en la burbuja como ya sucedió con Nueva York en el pasado US Open. Tampoco podrán pisar las pistas de Roland Garros fuera de sus días de partidos. Muchos cambios para una edición que ya no será lo mismo.