El 'Plan B' del Madrid se reivindica a ritmo de samba

Vinicius Junior escogió un buen día para volver a marcar con el Real Madrid casi ocho meses después. El gol del brasildeño desencalló un partido hasta ese momento muy poco brillante de los blancos, con el foco puesto en el derbi de este sábado en el Wanda Metropolitano desde el mismo momento que Zinedine Zidane comunicó el once titular a sus jugadores. Rotaciones masivas pese a que el empate minutos antes del Athletic de Bilbao en Leganés dejaba el liderato a tiro. Rodrygo se sumó a la fiesta en el primer balón que tocó y el Madrid ya está en cabeza. Quien lo iba a decir hace solo unas semanas.

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LaLiga Santander

RMA

2

0

OSA

Alineaciones

Real Madrid
Areola; Odriozola, Eder Militao, Ramos, Nacho; Casemiro, Kroos, Valverde (James, 82'); Lucas Vázquez, Jovic y Vinicius (Rodrygo, 71').

Osasuna
Rubén; Lillo, Raúl Navas, Roncaglia, Estupiñán; Rober (Roberto Torres, 70'), Moncayola, Fran Mérida, Rubén García; Marc Cardona (Chimy Ávila, 65') y Brandon (Juan Villar, 65').

Goles

1-0 M.36 Vinicius; 2-0, M.72 Rodrygo.

Árbitro

Mateu Lahoz (Valenciano). TA: Eder Militao (9'), Lillo (41'), Nacho (57'), Chimy Ávila (79').

Incidencias

Partido disputado en el Santiago Bernabéu.

El plan 'B' de 'Zizou' fue tan masivo que hasta pasó por cambio en la portería. El técnico sentó en el banco a Courtois y dio la alternativa a Areola, apenas exigido en el primer tiempo por un Osasuna que también rotó y que quizás no se creyó que pudiera asaltar el Bernabéu, donde terminó su racha como invicto. Su Liga es otra y el domingo visita al Levante, un rival directísimo por la permanencia.

Pese a ello, el juego fue alterno y las opciones, totalmente abiertas, hasta que Vinicius se sacó un enorme zapatazo. Incluso el público no las tenía todas consigo y un sector había llegado a silbar a Lucas Vázquez un pase atrás a Areola. Con decir que la mejor ocasión del Madrid hasta el gol, eso sí, muy clara, había sido tras un despeje del rojillo Raúl Navas a su propia portería que puso al límite los reflejos de su portero Rubén. El rechazo posterior lo envió Jovic, muy forzado, a las nubes. Pareció que el Madrid se enganchaba al partido y solo un minuto después, en el 19', Kroos chutó fuerte, pero desvió la trayectoria.

Precisamente, el alemán podrá 'presumir' de darle a Vinicius el pase de un gol que hizo saltar las lágrimas de su protagonista. Lo cierto es que fue un auténtico golazo. Le vino a la izquierda, se la acomodó con dos toques a su pierna buena y soltó un derechazo preciso que se coló por toda la escuadra. Tanta comfianza cogió que lo volvió a intentar casi de igual forma minutos después, pero con desigual resultado.

Osasuna, nervioso atrás, solo confió en los pases en largo para la carrera de sus delanteros. Al exazulgrana Marc Cardona le faltaron metros y Areola salió con acierto para dejar en nada la mejor aproximación rojilla de los primeros 45 minutos.

Del infortunio de Jovic...

Si Vinicius estuvo afortunado, a alguien le tenía que tocar el papel de negado. Y ese fue Jovic, quien en la reanudación desaprovechó una inmejorable oportunidad para poner tierra de por medio. Error garrafal de Estupiñán, y de nuevo disparo alto. Para más inri, el VAR le privó después, en el 58', de celebrar su primer gol con la camiseta blanca. El balón entró y superó bien a Rubén, pero por milímetros estaba en fuera de juego.

Osasuna respiró y Arrasate decidió, agitar la delantera con un doble cambio. Chimy Ávila y Juan Villar pasaron a ser los puntas de lanza, pero los problemas rojillos seguían atrás. Demasiadas pérdidas ante un Madrid que optaba por chutar a las primeras de cambio. Kroos y Valverde así lo intentaron.

...al 'llegar y besar el santo' de Rodrygo

Se fue Vinicius y entró Rodrygo. Mejor puesta de largo ante su afición no pudo tener. El primer balón que tocó se fue al fondo de la red, tras recibir de Casemiro, fintar a Lillo y enchufarla. Punto y final, partido totalmente decidido ante un indolente Osasuna que no dio ese paso adelante para poner en apuros a los madridistas. Visitarán al Atlético en lo más alto, pero en el Metropolitano le espera otra intensidad y mayor exigencia. Esa sí será una prueba de fuego.