El Madrid, con la mente en el Bayern

El Leganés vuelve al Santiago Bernabéu donde hizo la gesta de eliminar al Real Madrid de la Copa del Rey. Los blancos podrían tomarse este mini derbi como una puntual revancha al tremendo descalabro contra pronóstico que agudizó las malas sensaciones que transmitía el equipo a finales de enero. Pero no. El partido de vuelta ante el Bayern, en las semifinales de la Champions, ocupa todo el pensamiento de los madridistas, que se agarran a la competición europea como tabla de salvación de un curso que puede dejar en el recuerdo dos adjetivos incompatibles: fracaso o historia. 

Deberes hechos

Para los de Zidane es un trámite antes de la batalla más importante de su temporada, de una auténtica final que obliga al técnico francés a reservar sus mejores armas para dentro de tres días. El Leganés es lo contrario. Llega con los deberes hechos, con la permanencia virtual en el bolsillo, necesitaría un punto para cerrarla matemáticamente, pero le pone más volver a ganar en el Bernabéu que conseguir ese punto que certifique un año más en Primera División.

Zidane tirará de rotaciones forzado, además, por las bajas de Isco y Carvajal para el martes. Se suma que Nacho no acaba de recuperarse para suplir al lateral, lo que añade más incertidumbre para recibir al Bayern, teniendo en cuenta que por esa banda entra el peligro principal alemán, Ribery. Ramos o Varane, Marcelo, Kroos, Modric y Cristiano apuntan al banquillo e incluso a la grada. Descansos obligados que, por casualidades del fútbol, harán que el once que saque pueda parecerse al que perdió contra los pepineros en la Copa. Es el momento para Achraf, Theo, Llorente, Kovacic, Asensio e incluso Ceballos, al que Zidane da menos bola de cuantos jugadores tiene en plantilla. Además, se juegan conservar la tercera plaza y seguir presionando la segunda ocupada por el Atlético. Se juegan acabar la Liga con cierta dignidad después de una temporada decepcionante por no defender el título como esperaban.