"Jugara o no jugara, en el Real Madrid insultaba al presidente y al entrenador"

Capello entrenó a Cassano en varias etapas

Capello entrenó a Cassano en varias etapas / EFE

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Cassano era un jugador especial. Un talento innato de aquellos que siempre te deja la sensación de que, de haber puesto solo un poquito de su parte, podría haber estado entre el Olimpo de la historia del fútbol. Pero al italiano le gustaba (y le sigue gustando, a tenor de su estado de forma y de lo que confiesa en la entrevista) comer y beber, no le gustaba entrenar ni cuidarse.

Y eso, más allá de forjar e ir agrandando su leyenda de díscolo y de 'bufón', jamás le permitió llegar a ser el futbolista TOP que con toda seguridad podría haber sido. "Me acuerdo un día que, en la Roma, veníamos de ganar a la Juventus y tenía todo el derecho a comerme unas patatas fritas. Pero cuando Capello me vio intentó quitármelas y mi reacción, con un cuhillo en la mano, fue defenderlas a ultranza".

Al final, evidentemente, el bueno de Fabio no pudo quitarle las patatas y se las terminó comiendo. Hablando de cosas más serias, Cassano reconoce que "el gran error de mi carrera, de lo que más me arrepiento, es de haber dejado el Real Madrid, el mejor club del mundo. Podría haber hecho historia en el fútbol ahí, pero mis errores me condenaron".

Sobre este tema, el italiano asegura que "estando en el Madrid, con 23 años, jugara o no jugara, insultaba al presidente, al entrenador. Me ficharon para sustituir a dos balones de oro como Figo y Owen, por lo que la confianza era máxima". "Cuando lo pienso, tanta gente hubiera pagado por jugar al lado de estos jugadores...", sentencia Cassano, que parece no haber cambiado ni un ápice.