Ni Haaland, ni Mbappé

Ni uno, ni el otro: ni Haaland, ni Mbappé. El mazazo del Real Madrid en este mercado de fichajes se estudiará en los libros de historia. Contemplaban firmar a los dos megacracks -llamados a reinar el fútbol durante la próxima década- y ninguno de ellos acabará vistiendo de blanco durante el próximo curso.

Hubo un tiempo en el que se creía en la capital del estado español que Haaland y Mbappé podrían ser los próximos galácticos y firmar por el Real Madrid en el mismo verano, pero ambos le han dado calabazas. Los máximos esfuerzos del club blanco se centraron en el delantero francés, a quien ya intentaron atar el verano pasado sobre la bocina con una oferta superior a los 200 millones de euros, cuando faltaba un año para que se le acabase el contrato en el PSG. El club parisino se cerró en banda y no dejó salir a su estrella.

Todos los caminos conducían a que Mbappé acabaría jugando en el Santiago Bernabéu este verano, pero el PSG logró ganar tiempo amarrándolo durante su último año de contrato, a pesar de la enorme oferta económica que habría recibido a cambio. Poderoso caballero es don dinero, pero no afecta a un club que tiene el dinero por castigo. La renovación de Kylian se ha convertido, prácticamente, en una cuestión de estado. Uno de los objetivos más evidentes es que el delantero fuese la estrella de la selección francesa siendo jugador del PSG durante el Mundial de Catar 2022. Las relaciones entre el club parisino y el país del oeste asiático van mucho más allá de lo meramente visible.

Prima de fichaje aparte -ya saben cómo funciona el negocio del fútbol- era conocido por todos que Mbappé ficharía por el Madrid este verano como agente libre, sin coste de traspaso de por medio. El delantero llegó a un acuerdo verbal con el conjunto madridista para convertirse en el nuevo galáctico. Un esfuerzo económico que dejó a los blancos apartados de la lucha por el fichaje de Erling Haaland.

El tiro por la culata

El noruego fue tentado por media Europa. El Real Madrid fue uno de los clubes que más fuerte apostó por él, junto al FC Barcelona, Bayern de Múnich y Paris Saint-Germain, pero finalmente fue el Manchester City el que se llevó el gato al agua. El proyecto deportivo y económico que le ofrecieron desde el Etihad Stadium fue determinante para que Haaland se uniese al equipo de Pep Guardiola. Los 'sky blue' pusieron toda la carne en el asador y lograron la pieza exacta que les faltaba en su engranaje para formar uno de los mejores equipos -sobre el papel- del momento.

El desenlace de los acontecimientos hace pensar que el acuerdo verbal que obtuvo el Real Madrid de Mbappé no fue suficiente para que el francés fichase por el club blanco y ello conllevo a que Florentino Pérez no pujase con más fuerza por Haaland. El tiro por la culata: uno a Manchester y el otro se queda en París.

Solo el tiempo dirá si el noruego y el francés han escogido las mejores opciones para seguir creciendo como futbolistas. Unas decisiones que no implica que los caminos de ambos delanteros se acaben cruzando en un futuro con el Santiago Bernabéu. De momento, los aficionados del Manchester City y los del PSG serán los que sigan celebrando los goles de Haaland y Mbappé, respectivamente.