El campeón, ante el favorito

Último entrenamiento del Madrid antes del derbi ante el Atlético

Último entrenamiento del Madrid antes del derbi ante el Atlético / PERFORM

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Para el Real Madrid el de hoy es la madre de todos los derbis porque el favorito es el Atlético de Madrid. Pocas veces han llegado en esta situación en un partido de la máxima vecinal, en la que un triunfo rojiblanco dejaría la Liga casi imposible para los blancos, pese a quedarles 24 partidos por delante. Las matemáticas dicen que si ganan, los de Simeone se pondrán a nueve puntos de distancia y con un partido menos, que serían doce. Tendrían que perder cuatro partidos en lo que queda de competición, los mismos que el año pasado en toda la Liga. Y que el Madrid lo gane todo. 

Simeone, un tipo vivo al que no se le escapa detalle, sabe que el Real Madrid y Barça se han dejado ir y le han concedido una oportunidad única de marcar territorio. El argentino, perro de presa de los banquillos, es de los que sabe aprovechar cualquier ventaja, y no la va a dejar escapar. Tal es la distancia que Zidane sorprende con su respuesta cuando le preguntan si una derrota sería decir adiós a la Liga: “Siempre preguntáis lo que va a pasar”. Si le parece le preguntamos por cómo ganaron la Liga del año pasado o si usa botas con cordones o con velcro. 

Este derbi será el del campeón ante el aspirante y su resultado marcará el devenir de la competición en los próximos meses. El Madrid necesita cortar las alas al líder, las que le suministran una confianza de hierro para ganar partido a partido. Este Atleti lleva sin perder en la Liga desde que visitó el Santiago Bernabéu el pasado 1 de febrero, 26 partidos sin conocer la derrota y una racha de siete victorias consecutivas. Es Atleti vuela y el Madrid le agarra de las botas hacia la tierra o se irá cada vez más lejos salvo hecatombe.

Zidane dice que quieren defender lo que ganaron el año pasado y que lo harán hasta el final. Pero debe empezar por el principio, que es hoy, o ese final no lo verá con pasión ningún madridista. Ha recuperado a su tropa en los dos últimos dos partidos para esquivar otra crisis, dos finales ganadas que quedarán incompletas si no ganan el derbi por lo que le va en la Liga. Una derrota convertirá el trayecto en una tortura obligado a ganar jornada a jornada y esperar el pinchazo de los rojiblancos. Una situación que conoce bien el madridismo con el Barcelona marcando territorio. Una sensación que a Simeone le gustará sentir después de ser el tercero en discordia en los últimos años.