Álvaro Rodríguez, primer fichaje del Madrid para la próxima temporada

Ancelotti anunció que el delantero será uno más de la primera plantilla el curso que viene

"El salto del gol al Atlético lo entrenamos desde los 10 años", recuerda su padre, 'Coquito' Rodríguez

Real Madrid - Atlético de Madrid | El gol de Álvaro Rodríguez

Álvaro Rodríguez dio el gol del empate al Real Madrid / LALIGA

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Álvaro Rodríguez se convirtió en el gran protagonista del derbi madrileño del sábado. El joven delantero del Castilla salió en la foto de los dos goles. En el tanto del Atlético no marcó bien a Giménez. Pero suyo fue el gol del empate con un gran cabezazo.

Tras el partido Ancelotti destacó el impacto del futbolista y avanzó que será uno más del primer equipo la próxima temporada. "Para la próxima temporada Álvaro estará en la plantilla del primer equipo", empezó diciendo. "Su calidad la tienen pocos a su edad. Su altura es importante, maneja bien el balón, formidable de cabeza... La idea es tenerlo con el primer equipo. Esta temporada puede estar con nosotros y con el Castilla. Lo vamos a manejar bien con Raúl”.

A todo esto, 'Coquito' Rodríguez, el padre de Álvaro Rodríguez, se ha referido al gol de su hijo ante el Atlético en una entrevista a 'Marca'. "El salto ese que pegó ayer lo lleva entrenando desde los 11 años. Hacíamos saltos con el perfil derecho, el izquierdo, con la frente... siempre automatizando el salto. Y todo ese entrenamiento está empezando a dar sus frutos, primero en el Girona y luego en el Real Madrid. Va a marcar muchos goles de cabeza en su carrera y va a ser difícil de ganarle por arriba", señaló.

Real Madrid - Atlético de Madrid | El gol de Álvaro Rodríguez

Álvaro Rodríguez dio el gol del empate al Real Madrid / LALIGA

Coquito destacó cómo goles así son el resultado de muchos años de insistir. "Entrenábamos en un campo, el del Palamós, en el que había muchos amigos suyos. Él se distraía, y yo le reclamaba la atención. Hasta puse a sus amigos a trabajar conmigo y Álvaro, y ellos le tiraban la pelota. Yo le explicaba por qué hay que cabecear con los brazos semiabiertos. Así, cuando saltaba, ponía su codo o antebrazo y los rivales no le desestabilizaban. Hacíamos muchas repeticiones cada día: 40 o 50 cabezazos por día".