El PSG, a punto de estallar

La situación en los entresijos del Parque de los Príncipes es límite y el Bayern de Múnich entra en escena

La eliminatoria ante los bávaros será barómetro final; o explotan las llamas que arden hace tiempo o se apaga el fuego en busca de la ansiada Champions

El PSG, una década persiguiendo la Champions sin éxito

El PSG, una década persiguiendo la Champions sin éxito / Perform

Albert Briva

Albert Briva

La airada discusión que salió a la luz entre Marquinhos, Neymar y Luis Campos tras la derrota ante el Mónaco, ha sido la puntilla para un PSG que no da más que evidencias de estar al límite. Sin los resultados esperados y con la sombra de un Bayern que puede acabar de explotar un club ya en llamas, los parisinos transitan por el peor momento desde la irrupción de Qatar en su estructura.

Precisamente, el mundial celebrado en tierras qatarís y que empezó siendo una de las grandes bazas del proyecto de Nassr Al-Khelaifi y compañía cuando tomaron las riendas del club, ha acabado por ser el desencadenante de todo. La fatiga las aspiraciones cumplidas, en alguno de los casos, y los fracasos, en muchos otros, ha dejado tocado a un equipo que solo hace que acumular fiascos desde la reanudación del fútbol de clubes. Eliminados de la Copa de Francia y habiendo sumado únicamente 13 de 24 puntos en liga, dejando de lado la pobre imagen que viene mostrando sobre el césped, al equipo se le acaban los argumentos.

Y todo ello en el peor momento posible. Si el PSG gasta lo que gasta y sigue con el ambicioso proyecto es por un gran motivo por encima de todos los otros. Ganar la tan ansiada Champions que tan cerca estuvo en 2020 y que tanto se les ha resistido cada año. El mismo Bayern de Múnich que les arrebató el trofeo en el año del Covid, aparece ahora en el panorama de los parisinos. Y si no era ya suficientemente complicado el cruce llega con un equipo roto y un Mbappé al límite.

Mbappé, al salir del campo

Mbappé forzará para estar ante el Bayern / efe

El francés ha forzado para estar esta noche en el banquillo del Parque de los Príncipes y seguro que para jugar algunos minutos en vistas de la vital importancia que tiene el partido, para el proyecto por el que apostó este pasado verano cuando terminó por rechazar al Real Madrid para seguir vinculado hasta 2025 en París. Un decisión que pasaba en gran parte por conquistar la Champions siendo el héroe en el club de su país.

Luis Campos, harto

Otra de las bombas que están por explotar en los entresijos de la estructura del club es la de Luis Campos. El director deportivo ha colmado su paciencia tras ver como trascendía su airada discusión con los jugadores tras la derrota en el Estadio Luis II. La imagen del equipo fue indigna y las muestras de desaprobación constantes de Neymar sobre el césped colmaron la paciencia de un Campos que lucha por romper con las viejas tradiciones de un equipo dominado desde el vestuario.

Los números del equipo son inaceptables y pese a seguir líderes en la tabla de la liga, algo que es más que una obligación en una competición como la francesa, las derrotas ante Lens, Rennes y Mónaco en liga y la del Marsella en Copa, han colmado la paciencia de la directiva. Solo la incomprensible caída de Lens en la lucha por el campeonato, que ha perdido 10 de los últimos 12 puntos, les salvan de una situación más crítica todavía.

Neymar, en el centro de la diana

Y de entre todos los señalados ante tal situación, el primero y más impactante en salir a la luz ha sido el de Neymar. Sin ser algo nuevo en París, el brasileño está siendo el nombre más damnificado y el más sonado para acabar siendo la cabeza de turco. Desde Francia se apunta que el club lo habría puesto en la rampa de salida y que se estaría buscando la manera de poner fin a su etapa en el próximo verano.

Messi, sonriente con Neymar

Neymar, en la rampa de salida. Messi, sin respuesta sobre la renovación / PSG

La continuidad de Messi y de Mbappé son prioritarias para los parisinos que empiezan a ver que deben empezar a prescindir de alguna de sus grandes estrellas. Aunque la de Neymar es de bien seguro la más complicada de llevar a cabo. Su rendimiento sobre el césped es casi indiscutible esta temporada, pero su contrato hasta 2027 y su sueldo astronómico, que roza los 36 millones anuales, cierran la puerta a cualquier salida.

Mientras tanto, Messi sigue sin renovar y lo que parecía un hecho confirmado y solo pendiente de una simple firma se esta enquistando entrando en un punto muerto que no hace más que crispar aún más el entorno del club, que también trabaja con la situación de un Kylian Mbappé que pese haber renovado hace apenas unos meses, se llenan los rumores sobre posibles cláusulas y peticiones de salida.

Un cúmulo de incertidumbres y de situaciones que arden cada vez más fuerte y que solo el barómetro del Bayern de Múnich hará, bien acabar de explotarlas todas si el equipo no es capaz de acceder a los cuartos de la Champions, o bien hará apagar gran parte de ellos si el PSG acaba por eliminar a los bávaros y corta, momentáneamente, las dudas deportivas e institucionales, que solo la conquista de la Champions podrá hacer desaparecer.