Luis Enrique, de villano en la remontada a héroe del PSG

El fútbol es una caja llena de sorpresas. Y a Luis Enrique le ha tocado vivir una de las grandes. Tras su firma sobre el contrato con el PSG, ha dado un golpe durísimo al pasado. Nadie imaginaba hace seis años, cuando Sergi Roberto sembraba el caos en el Camp Nou gracias a un gol que sellaba la épica remontada frente al PSG en la Champions, que el mismo que se sentaba en el banquillo local tendría hoy su lugar en París.

En 2017...

Así son las cosas. Luis Enrique es el nuevo entrenador del PSG, el mismo equipo al que vapuleó en la vuelta de los octavos de final de la Champions un 8 de marzo de 2017 en el Camp Nou.

Aquel día, Unai Emery era el inquilino en el banquillo del conjunto parisino, Neymar seguía vistiendo de azulgrana y Messi era el ídolo de la afición. Y el técnico asturiano vibraba como nunca tras la gesta conseguida y la consecución de un recuerdo imborrable para los culés.

Ninguno de los allí presentes que defendían el escudo del Barça se imaginaban estando del lado de los perdedores, los mismos que se habían creído vencedores (y con razón) tras el 4-0 de la ida en el Parque de los Príncipes y salieron humillados tras el 6 a 1. Primero fue Neymar, y el segundo ha sido Luis Enrique, que ha cambiado Barcelona por París no sin antes tener otras experiencias en los banquillos.

... y en 2023

Su paso por la Selección Española todavía trae cola. Llegó en la temporada 2018-19 y se marchó tras ser apeado del Mundial de Catar a manos de Marruecos en la lotería de los penaltis. Su legado durará tiempo en el equipo. Hasta ahora, que pasa de entrenar al Barça, uno de los equipos más odiados por la afición del club parisino, a aterrizar en París generando un halo de esperanza.

En la ciudad no se han querido acordar de que fue la mente pensante de una de las derrotas más dolorosas de su equipo en la Champions. Son tiempos de cambio en París, y la urgencia de una revolución en el banquillo tras el paso poco acertado de Christophe Galtier sumado a la polémica constante por el 'culebrón Mbappé' elevan a Luis Enrique a una posición de héroe.

El asturiano tendrá la difícil labor de adaptarse a un vestuario que ha ido dejando cadáveres a su paso mientras iban cayendo técnicos en la 'trampa' de una oferta muy suculenta para gastar muchos millones en estrellas que luego no han conseguido traducir su talento en éxito en la Champions.