Rashford reina en el clásico inglés

Mata remata de forma acrobática en el duelo contra el Liverpool

Mata remata de forma acrobática en el duelo contra el Liverpool / afp

Pol Ballús

Rashford fue el héroe del gran clásico de la Premier League. El extremo inglés se reivindicó como la punta de lanza que premió el pragmatismo de Mourinho: dos balones largos a Lukaku, dos goles del joven mancuniano. El Liverpool despertó tarde y mal. Tras una primera parte de poco peligro, los de Klopp se activaron cuando Bailly se marcó en propia puerta. Demasiado tarde, aunque Salah tendría en sus botas el posible empate en la última acción del partido.

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Premier League

2
1
Alineaciones
Manchester United
De Gea, Valencia, Bailly, Smalling, Young, McTominay, Matic, Mata (Lingard 89'), Alexis (Darmian 90'), Rashford (Fellaini 70'), Lukaku
Liverpool
Karius, Alexander-Arnold (Wijnaldum 80'), Lovren, Van Dijk, Robertson (Solanke 84'), Can, Milner, Oxlade (Lallana 62'), Mané, Firmino, Salah

Ni la ausencia de Pogba, fuera del equipo por lesión, sirvió para que Mourinho cediera ante Klopp. El francés es seria duda para el partido contra el Sevilla, pero viendo el rendimiento de Matic y McTominay ya no parece indispensable. El técnico del United dispuso a Mata y Rashford por las bandas como novedades en el once y estos, junto a Lukaku como boya, fueron los que destrozaron al Liverpool.

Jürgen Klopp llegó a Old Trafford con su temible tridente y Salah recién nombrado jugador del mes. Pero la ley, en esta ocasión, la marcó la defensa del United. Organizados en un dos líneas de cuatro, y Alexis y Lukaku en punta, los hombres de Mou cerraron todo pasillo interior y redujeron a uno de los equipos más incontrolables del país..

Dos balones largos condenan al Liverpool

Dos balones largos condenan al Liverpool

El incontrolable fue Marcus Rashford Sus dos goles, los que decidieron el partido, llegaron en los primeros 25 minutos de juego y con un mismo patrón. Balonazo de De Gea a Lukaku, que se posicionó estratégicamente entre Lovren y Alexander-ArnoldMou vislumbró ahí un punto débil, y acertó de lleno. Romelu se las ganó todas a Lovren. El belga peinó el primer balón para dejarlo a los pies de Rashford. El delantero burló a su marcador con un recorte de espuela, y fusiló a Karius. Se abalanzó el goleador hacía su afición, que abrazó al hijo pródigo de Manchester.

Cinco minutos después, mismos protagonistas. Pelotazo de De Gea, descuelga ‘Big Rom’ y balón, esta vez, a los pies de Mata. Su tiro lo tapó la defensa, pero el balón quedó muerto en el área, a merced de Rashford para doblar la ventaja. Otro estallido de alegría para Old Trafford, motivado como nunca contra sus grandes rivales. 7 de los 16 goles que ha marcado Rashford en Premier han sido contra conjuntos del ‘top-6’. Un 43,5%.

Con el 2-0, los diablos rojos dieron un paso atrás para aguantar el tipo, a la espera de alguna contra para machacar. Mané fue el más voluntarioso de los atacantes visitantes, aunque no acertado. La mayor sensación de peligro que daban los ‘reds’ ara a balón parado, con la amenaza de Van Dijk. Pero si algo estuvo a punto de llegar fue el 3-0. Cerca del descanso, un remate de chilena de Mata amenazó con matar el partido. Se marchó lamiendo el poste.

En la segunda mitad el United cedió totalmente el protagonismo al Liverpool, pero su posesión solo se traducía en ataques posicionales que no conseguían penetrar en el área rival. Abusaron de los tiros frontales, repelidos por el muro local, y no encontraban rematador en los centros de Robertson, Salah o Mané por banda. La solución, para los de Klopp, la dio un jugador local. Eric Bailly, impecable hasta el momento, se introdujo a su propia portería un centro de Robertson. Se encendía el derbi.

Mourinho se blindó con Fellaini, pero nadie pudo evitar que el partido se volviera loco. Klopp renunció a los laterales para introducir más delanteros, y se produjeron llegadas por ambos bandos, las del Liverpool más por empuje que por claridad. Tras una tensa sucesión de córneres en el tramo final, Salah la tuvo en la última acción. Su remate de volea se fue a las nubes, como las esperanzas de Klopp de sumar en el Teatro de los Sueños. La segunda plaza y, sobre todo, el orgullo que supone ganar un clásico es ahora para los mancunianos.