Ljungberg no despierta al Arsenal de su letargo

El Arsenal encadenó su séptima jornada sin ganar en la Premier League

El Arsenal encadenó su séptima jornada sin ganar en la Premier League / AFP

Alba López

No levanta cabeza el Arsenal, que desciende dos puestos en la tabla después de hincar la rodilla (1-2) ante un Brighton que le dió un baile en el Emirates Stadium y deja en entredicho a Fredrik Ljungberg, el sustituto de Unai Emery en el banquillo 'gunner', y cuyo inicio en Londres está dejando mucho que desear. Un empate y una derrota es el bagaje que acumula el sueco. El equipo, además, encadena siete jornadas sin ganar en la Premier.

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Premier League

1
2
Alineaciones
Arsenal
Leno; Bellerín, Sokratis, David Luiz, Kolasinac (Tierney, 73'); Xhaka, Torreira; Aubameyang, Willock (Pépé, 46'), Özil; Lacazette (Martinelli, 77').
Brighton
Ryan; Webster, Dunk, Stephens; Alzate (Duffy, 88'), Propper, Mooy, Burn; Gross (Trossard, 80'), Maupay, Connolly (Montoya, 76').

La verdad es que hubo poco fútbol que llevarse a la boca en la primera mitad. Ljungberg apostó por un doble pivote formado por Xhaka Torreira en lugar del Xhaka Guendouzi que empleó en su estreno y ni aun así carburaron los 'gunners', a los que le sigue costando generar fútbol en el centro del campo una barbaridad. Puede que sea uno de los pecados capitales de este Arsenal, que cuenta con dos delanteros top como Aubameyang Lazazette, pero sigue adoleciendo del carbón necesario en la sala de máquinas para echar el ferrocarril a andar. Más que nunca, el conjunto londinense echó en falta a Ceballos, que si bien no ha acabado de explotar en el Emirates siempre te da ese plus en la circulación de balón.

Todo unido desembocó en unos primeros cuarenta y cinco minutos sosos que desembocaron en el tanto del Brighton al filo del descanso. A balón parado, las gaviotas hicieron pupa. Los jugadores del Arsenal se durmieron a la salida de un saque de esquina y Webster aprovechó un balón muerto dentro del área tras una serie de rechaces para adelantar a su equipo en el marcador.

Esfuerzo infructuoso

Ljungberg, que le vio las orejas al lobo, decidió mover ficha tras el paso por vestuarios y metió a Pépé al campo en detrimento de Willock, quien había pasado desapercibido en la primera parte. Y se hizo la luz. De tal manera, que cinco minutos después de la reanudación el Arsenal consiguió la igualada en un cabezazo manso y bombeado al palo largo del delantero galo que sorprendió a Ryan.

A partir de ahí, soltó la caballería el Arsenal. Hasta que se llevó el susto en una acción aislada de Maupay que no acabó en gol de milagro. Después David Luiz perforó la portería de las aves marinas tras una falta tocadita de Özil, pero quedó en agua de borrajas el remate del carioca porque el colegiado, a instancias del VAR, anuló el tanto.

Agotó las balas 'gunners' Ljungberg con Tierney y el pipiolo Martinelli, pero lo que se encontró fue con un gol en contra de Maupay de cabeza que ahonda en la herida del equipo londinense y lo coloca cada vez en una situación más delicada. Malos tiempos para la lírica en el Emirates Stadium.