Crouch se resiste al olvido

Al Leicester de  Claude Puel le frenó Peter Crouch en Stoke-on-Trent, con un cabezazo que evitó una victoria merecida, que habría sido la segunda de los foxes bajo el mando de su nuevo entrenador, dispuesto a cambiar la personalidad de su equipo... Que se confirmó con el 2-2 final después de que Schmeichel, en el minuto 94, salvase el  3-2 al larguilucho delantero.

Entre Iborra y Mahrez se coló Crouch, inasequible al desaliento y que no precisa mantener la titularidad en el Stoke para decisivo en los planes de Mark Hughes. Pasan los años y ahí sigue el gigantón dale que te pego. Evitó en la tercera jornada la derrota ante el West Brom, le dio a los potters en la séptima la victoria sobre el Southampton y acudió este sábado, otra vez, al auxilio, nivelando el 1-2 anotado por Mahrez. y, en la última jugada del partido, obligando a Schmeichel a relizar una atajada fenomenal.

Antes, durante la práctica totalidad del choque, se entendió mejor el Leicester, en la combinación, conducida por Mahrez, y en la idea de juego, muy evidente a la mirada de Puel, dispuesto mientras decide si ficha o no a Ben Arfa en enero a cambiar el carácter futbolístico de los foxes. Además de vértigo quiere fútbol y se diría que lo han comprendido sus jugadores.

Empezó marcando Iborra, su primer gol desde que llegó al Leicester procedente del Sevilla, pasada la media hora pero la alegría le duró poco al Lester, despistado ante la resolución y calidad de Shaqiri, quien provocó el empate con que se llegó al descanso, ante el desasosiego evidente de Puel, contrariado por las desconexiones de sus defensas.

El veterano goleador pudo, en el minuto 94, redondear el triunfo de los potters

Comenzó el segundo tiempo, otra vez, dominador el Leicester, con Mahrez dispuesto a conducir el ataque de su equipo y Vardy intentando entrar más en juego. No pudo lograrlo demasiado el delantero pero le dio la alegría el argelino, que a la hora de partido logró el 1-2, resultado que a la vista del juego se entendía ya muy favorable a los de Puel.

Y ahí resolvió Mark Hughes llamar a la urgencia, a la desesperada, colocando en el campo a Crouch, entregándole la responsabilidad de evitar el desastre de una quinta derrota en siete partidos que arrastraría al equipo a la depresión.

Y lo que no hicieron Vardy, Okazaki o Iheanacho, que entró poco antes en el campo, lo hizo el gigantón de Macclesfield a la salida de un corner metiendo la cabeza en el lugar oportuno para fusilar a Schmeichel. Cuatro minutos necesitó para marcar.

Y en el último suspiro del choque, en el minuto 94, en la última jugada, pudo lograr el 3-2, con otro remate que salvó, excelso, el meta danés. Ya habría sido demasiado premio para el Stoke y demasiado castigo para el Leicester.