Dos hoteles, una amistad y el derbi de Merseyside

Ya lo dijo Bill Shankly, el legendario entrenador con más partidos en la historia del Liverpool: “Si el Everton jugara en el jardín de mi casa, cerraría las cortinas”. Nunca fue muy amigo del conjunto ‘toffee’.Y es que su amor incondicional al cuadro de Anfield prácticamente le obligó a sentir rechazo hacia el otro gran equipo de la ciudad. Porque ser del Liverpool era ser enemigo acérrimo de los evertonians.

Como siempre ha sido desde que Houlding, en 1892, fundó el Liverpool FC y desterró al Everton de Anfield, forzándole a cruzar Stanley Park e instalarse en Goodison. Desde aquel instante la rivalidad entre ambos cuadros, por cuestiones políticas, deportivas y económicas, no ha desistido, teniendo a Shankly como gran agitador.

UNA EDICIÓN MÁS

‘Reds’ y ‘toffees’ vuelven a disputar el derbi más histórico de la élite del fútbol inglés en Goodison Park. Merseyside se viste de gala para ser nuevamente testigo de una de las grandes rivalidades de la Premier. Una rivalidad que, más allá de tejerse a lo largo de la historia y de frases vacilantes, ha sido bautizada como el derbi de la amistad. Un partido que reúne a familias.

Un encuentro que sirvió para unir a ambas aficiones tras la tragedia de Hillsborough en la que 96 personas murieron en las gradas de un Liverpool-Nottingham Forest en Sheffield. Un duelo que también sirvió para forjar una relación, tal y como el derbi procesa, que dos leyendas de ambos clubes se empeñaron en labrar pese a la enorme rivalidad: la amistad entre ‘Dixie’ Dean y Bill Shankly.

 Su lazo se convirtió en inmortal un 1 de marzo de 1980. Dean, máximo goleador de la historia del Everton,  comió junto a Shankly en el Liverpool’s Moat House Hotel, en Paradise Street, antes de presenciar el Everton-Liverpool. El mito local volvía a pisar nuevamente Goodison Park tras muchos años sin poder hacerlo en uno de sus últimos deseos. Dixie Dean ansiaba respirar el derbi de Merseyside antes de un final que consideraba cercano.

Y es que la enfermedad que padecía le impidió volver al estadio que le encumbró a lo más alto del olimpo del fútbol inglés. Como si de un final de película se tratara, Dean falleció por un ataque al corazón en las mismas gradas. La leyenda evertonian dio su último aliento en Goodison Park, su casa, junto a su amigo Shankly. 

JUNTOS POR SIEMPRE

Tras el trágico suceso, el extécnico escocés no dejó de recordar a su buen amigo y la rivalidad con el Everton pasó a un más que lejano segundo plano. Ahora, esa amistad vuelve a estar más viva que nunca. Victoria Street se ha encargado de mantener esa llama encendida. La céntrica calle de Liverpool es el escenario de un derbi particular. El de dos hoteles que llevan o llevarán por nombre el de las dos leyendas.

El lujoso The Shankly Hotel posee en sus paredes la memoria del entrenador escocés, con imágenes y máximas que el mítico Shankly se encargó de dejar para el recuerdo. En la otra acera, ya está todo listo para que The Dixie Dean Hotel abra sus puertas a partir de abril de este mismo año para rememorar algunas de las grandes gestas del mítico delantero inglés. Una única calle separará una amistad que ya es eterna.

Ahora, Liverpool y Everton vuelven a disputar un derbi. Un derbi que ha roto y ha unido. Un derbi con mucha rivalidad que ha tenido grandes protagonistas a lo largo de la historia. Un derbi que traspasa las fronteras de Liverpool. Un derbi que Dean y Shankly se han encargado de honrar. El derbi de la amistad.