¿A qué edad comenzamos a envejecer?

Conoce el momento exacto en el que dejarás atrás la juventud

La edad del envejecimiento

La edad del envejecimiento / Pixabay

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El envejecimiento es una característica irremediablemente presente en la vida humana. Al menos, mientras escribimos estas líneas, dado que son muchos los investigadores que continúan estudiando cómo funciona este proceso biológico con el objetivo de entenderlo, aminorar su ritmo y, quién sabe, tal vez excluirlo algún día de la ecuación humana. Uno de esos estudios, realizado por científicos de la Universidad de Stanford en colaboración con científicos de otras universidades del mundo, ha conseguido responder de manera precisa a la pregunta que motiva este artículo: ¿a qué edad exacta comenzamos a envejecer? 

¿Pero cómo han conseguido hacerlo? Para comprenderlo debemos comprender primeramente el papel de las proteínas en este asunto. Como bien apunta Tony Wyss-Coray, profesor de neurología de la Universidad de Stanford en la web oficial de la misma, "sabemos desde hace mucho tiempo que la medición de ciertas proteínas en la sangre puede proporcionar información acerca del estado salud de una persona". Por esto los científicos responsables de la investigación analizaron el plasma de la sangre de 4.263 personas de entre 18 y 95 años: para estudiar los niveles de 373 proteínas que circulan por la misma.

Y es que como desarrolla Wyss-Coray, "los cambios en los niveles de numerosas proteínas que migran de los tejidos del cuerpo a la sangre circulante no solo caracterizan sino que posiblemente causan el fenómeno del envejecimiento". Gracias a este conocimiento, los investigadores pudieron determinar que este fenómeno no tiene lugar de una manera uniforme en el tiempo, sino que parece producirse a través de tres puntos de inflexión distintos en el ciclo de vida humana. En concreto, y en promedio, estos puntos de inflexión tienen lugar a las edades de 34 años, 60 años y 78 años. La edad adulta joven, la mediana edad avanzada y la vejez.

"Esto sucede porque en lugar de simplemente aumentar o disminuir de manera constante o permanecer en los mismos niveles durante toda la vida, los niveles de muchas proteínas permanecen constantes durante un tiempo y luego en un punto u otro experimentan cambios repentinos hacia arriba o hacia abajo", aclara Wyss-Coray, uno de los autores del estudio, liderado por el también neurólogo Benoit Lehallier. Cambios en sus niveles que, por supuesto, tienen consecuencias en nuestro organismo. En el primer punto de inflexión, alrededor de los 34 años, esas consecuencias se traducen en unos primeros síntomas de deterioro.

Sin embargo, es durante el segundo punto de inflexión, alrededor de los 60 años, cuando se produce ya una mayor degradación física y cognitiva, así como la aparición de las primeras enfermedades relacionadas con la edad. Entre otras cosas, disminuye nuestra masa ósea y se atrofian nuestros tejidos. Es a partir del tercer punto de inflexión cuando comienzan a fallar nuestros órganos. Dicho esto, la investigación concluye la edad promedio de envejecimiento biológica, pero reconoce cómo el estilo de vida saludable puede alterar en qué momento tienen lugar estos puntos de inflexión. Los análisis de sangre lo demostraron.

Y es que para obtener los resultados del estudio, los científicos de la Universidad de Stanford desarrollaron un "reloj proteómico" que permitía, como hemos apuntado anteriormente, conocer la edad de las personas través de los niveles de 373 proteínas concretos. Más concretamente, dicha fórmula fue capaz de predecir las edades de los individuos dentro de un rango de tres años. ¿Lo importante? Según afirman desde la web de la Universidad de Stanford, que cuando no fue así, "las personas cuya edad prevista era sustancialmente más baja que la actual resultaron ser notablemente saludables". ¡A cuidarse!