La escalada, ¡un deporte de altura!

En los últimos años la afición por la escalada ha crecido exponencialmente impulsada sobre todo por su presencia en los Juegos Olímpicos

Pàg. 1 Escalada (@Javi Pec)

Una imagen de la prueba de la Copa de España de escalada celebrada en Oviedo a finales de marzo / ©Javi Pec | ©IB3sportainment | ©indoorwallgyms

Enric Arqués

Dentro de los llamados deportes outdoor, sin duda la escalada es uno de los que ha experimentado un mayor crecimiento los últimos años. Al menos en lo que se refiere al número de practicantes. Si nos remontamos a los orígenes de la escalada en España, debemos viajar hasta finales de los años setenta y principios de los ochenta. 

Fue en esa época cuando empezó a visualizarse la escalada libre. Uno de los hechos destacados que impulsó a este deporte fue la aparición de los pies de gato. El escalador italiano, Vitale Bramani, lanzó en 1937 los primeros prototipos de una suela que probaron escaladores como el también transalpino, Giusto Gervasutti. 

La escalada libre evolucionó a la llamada escalada deportiva a mediados de los ochenta, con la celebración de las primeras competiciones. Habría que viajar casi cuarenta años atrás, hasta 1985, para ver cuando se disputó la primera competición de escalada europea, concretamente en Bardonecchia (Italia). 

Si miramos más cerca de casa, la montaña de Montserrat es una de las zonas icónicas para muchos precursores de la escalada, como Lluís Estasen, que está considerado uno de los mejores escaladores catalanes y que abrió vías destacadas e introdujo la técnica del piolet y los crampones en España. 

El oro de Alberto Ginés, todo un impulso 

La inesperada y merecida medalla de oro de Alberto Ginés en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, en la primera presencia de la escalada en el programa olímpico, fue todo un impulso para este deporte. Su victoria dio más visibilidad a la escalada, aunque ya estaba ganando adeptos unos años antes por su capacidad para crear comunidad social y por los valores positivos que tiene.  

Un claro ejemplo del interés que ha despertado la escalada con la llegada de nuevos adeptos, es la apertura de nuevos rocódromos en varias ciudades del país. Ahora mismo hay una gran cantidad de instalaciones cubiertas donde se puede practicar modalidades de escalada como el boulder (o bloque), dificultad o velocidad.  

De hecho, estas tres disciplinas son las que tuvo que afrontar Ginés para conseguir el preciado oro. En París 2024 esto será diferente. Todos aquellos que consigan la anhelada plaza para estar en la capital francesa competirán por una medalla en velocidad o por una medalla en la prueba combinada de bloque y dificultad.  

El presente y futuro de la escalada competitiva 

Alberto Ginés ha abierto el camino para muchos jóvenes escaladores con talento que se preparan con el objetivo de repetir hazañas similares. Hablamos de deportistas como la catalana Aida Torres, la vallisoletana Itziar Martínez o la valenciana Lucía Sempere, entre otras. En chicos también hay mucho talento, de presente y futuro, como los vasco Mikel Linacisoro y Eneko Carretero o el madrileño Guillermo Peinado. Todos ellos, junto con un largo listado de escaladores, lucharán para participar algún día en los soñados Juegos Olímpicos. Ya sea en París o en Los Ángeles 2028.