Darko Brasanac, fuerza y oxígeno para Osasuna

Darko Brasanac vive su tercera temporada en Osasuna y se ha convertido en un futbolista esencial para el equipo de Jagoba Arrasate. Aterrizó en El Sadar en la 2019-2020 y desde el primer momento, a base de trabajo, se ha ganado al técnico y a una afición que valora cada esfuerzo del centrocampista serbio. La campaña pasada, su segunda como rojillo, fue un sufrimiento constante por culpa de las lesiones de larga duración y el covid-19. Y en este inicio de temporada ha demostrado que aquellos baches quedan lejos y se encuentra en plena forma para ayudar al equipo desde la titularidad.

El futbolista ha jugado de inicio las cinco jornadas disputadas hasta la fecha. Hay que tener en cuenta que el año pasado solo participó en 16 partidos ya que sufrió una luxación de hombro por la que pasó por el quirófano, luego una fractura de peroné y, por último, tuvo que confinarse por un positivo por coronavirus de una persona cercana. Sin embargo, estas dolencias están superadas y los hinchas de Osasuna han podido ver a un Darko en buena forma, con un gran despliegue físico y trabajando desde la primera línea de presión.

MÁS LIBERADO EN LA MEDULAR

Jagoba Arrasate avisó en la previa de la primera jornada de liga que había futbolistas que estaban preparados para afrontar desde ya el campeonato y, otros, no. Brasanac pertenecía al primer grupo. Junto a Lucas Torró y Jon Moncayola han creado un centro del campo que técnico, trabajador y que abarca muchos metros. De hecho, con un Torró guardando más la posición, está siendo Brasanac quien juega más liberado en la zona de tres cuartos.

Esto quiere decir que muchas veces se sitúa en la primera línea de presión para no dejar que el rival salga jugando desde atrás, y en ataque es el centrocampista que aparece cerca de la frontal para contribuir entre líneas, asociarse y con esa implicación más cerca de la zona de peligro a los jugadores del equipo contrario les cueste defender la zona entre los centrales y el mediocentro.

Músculo, fuerza, lucha y oxígeno. Con el serbio, Jagoba Arrasate ha encontrado a un centrocampista que, sin problemas físicos y bien acompañado en el medio, ya se sabía que jugaba bien posicionalmente y que ahora, además, interpreta sin aparentes complicaciones movimientos al espacio y mirando hacia portería más cerca del área que en sus primeros meses como rojillo.

El 15 de enero de 2021, cuando se encontraba lesionado y Osasuna no encadenaba victorias, el club anunció su renovación hasta 2023 y declaró entonces que sentía Navarra "como propia". "Yo creo en Osasuna, mi club, familia, mi hogar", zanjó en el mensaje de prolongación de contrato. El ex de Leganés y Alavés ha encontrado la estabilidad en Pamplona; y en El Sadar, un lugar donde explotar todo su potencial.